Eliana Furman dirige (Puerperio), un espectáculo dramático que explora el puerperio y la maternidad desde una visión crítica, cuestionando los estereotipos y discursos socioculturales asociados a esta. Se trata del resultado artístico del Proyecto (Puerperio), un colectivo formado por un grupo de autoras escénicas que trabajan sobre temas de maternidad y género que ha elaborado una propuesta de corte biodramático y documental que profundiza en las experiencias personales de cuatro mujeres. Y es que, a través de estas historias, la pieza cuestiona los relatos que han promovido la imagen de una maternidad idealizada y sin dificultades.

De manera generalizada, la maternidad se asocia con sentimientos de plenitud, felicidad y amor, pero en este montaje se vislumbra un tramo complejo y desconocido en el camino de la crianza: el puerperio, es decir, un periodo fisiológico de unas seis u ocho semanas en el que el cuerpo de la mujer se recupera después del parto. Sin embargo, desde una perspectiva emocional, dicho tiempo puede ser mucho más largo y tener un impacto significativo en la madre, transformándose en un tramo crítico que cambia para siempre su vida y que por su desconocimiento provoca que muchas mujeres vivan algunos de sus procesos de maternaje con vergüenza y en soledad.

Hemos hablado con Eliana Furman, su directora, para saber más sobre este proyecto.

¿Qué es Proyecto (Puerperio)? ¿Cuál es su germen?

Somos un grupo de artistas escénicas que trabajamos sobre temas de maternidad y género a través del teatro documental y el biodrama (corriente teatral centrada en la exploración de la vida de personas reales, a partir de lo que se construyen piezas biográfico-documentales). Nos interesa reflexionar y profundizar sobre aquellas áreas menos visibilizadas, cuestionando la romantización de la maternidad y el rol de la mujer a lo largo de la historia. Sostenemos dos espacios paralelos de creación teatral de corte documental y biodramático: Por un lado, a través de nuestra trilogía de montajes: (Puerperio), (Neonatología) y (Yerma) —estos dos últimos en etapa de preproducción—, donde abordamos los aspectos más silenciados de la maternidad, poniendo en relevancia temáticas como la soledad, las violencias, el duelo perinatal, el linaje femenino, las fantasías, las luces y sombras de ser madre. Por otro lado, mediante laboratorios creativos basados en teatro documental y biodrama, abiertos a toda la comunidad de mujeres que quieran resignificar sus experiencias de maternaje a través de la creación artística. La obra (Puerperio) en particular, que llega ahora a España, es un montaje que, desde una visión crítica y feminista, cuestiona las miradas edulcoradas de la maternidad.

En la primera etapa de investigación, recolectamos testimonios de más de cien mujeres y trabajamos ese material siguiendo los métodos del biodrama. El guion dramático se basó en las biografías de las artistas escénicas que están en la obra, en una mixtura que incluye algunos testimonios de otras mujeres entrevistadas y material de archivo como fotografías, partes médicos y videos. El germen del proyecto nace en mi propia experiencia de maternidad luego de dar a luz a mi primera hija, hace ya 6 años. Viviendo la soledad y la “locura” del puerperio, de lo cual nadie me había hablado. Ese desconocimiento total de lo que vino después del parto me hizo pensar en la profunda necesidad de visibilizar la temática y la experiencia de la maternidad a través del arte dramático, ahondando en sus luces y también en las profundas sombras que la contienen. Pero además, cuando fui madre surgió con fuerza el relato histórico de mi propio linaje femenino. Llegado el momento del parto traje a mi memoria a todas esas mujeres que me precedieron y entregaron la fortaleza que define a esta nueva persona en la que me convertí al ser madre. Creo que más allá de la relación que las mujeres tengamos con nuestras madres, en oposición o en imitación, su relato emerge con fuerza cuando vives la maternidad. Entonces creo que la carga histórica que nos determina como hijas, nos determina también como madres, que las vivencias se funden cuando pasas de ser mujer-hija a ser mujer-madre. Y sobre eso también habla (Puerperio): nuestros linajes femeninos, nuestro ser mujer a lo largo de la historia. Y la conexión que tenemos las mujeres entre sí: En la voz de una, habitamos todas.

¿Cómo ha sido su recorrido hasta traerlo a España?

Posteriormente al proceso de investigación, laboratorio y escritura del guion definitivo (gran parte del proceso realizado en plena pandemia), devino el montaje que estrenamos en el ciclo Teatro Hoy de la Fundación Santiago a mil. Hacia final del año 2021 estrenamos la obra con una primera temporada en el Teatro Espacio Taller. Desde entonces, (Puerperio) ha tenido dos temporadas nacionales, ha circulado por los distintos escenarios de Chile, ha formado parte de los festivales más importantes del país; y hoy nos encontramos aquí: en nuestra primera gira presencial en Europa.

¿Cuáles son las principales reflexiones que plantean?

Creemos que el arte nos permite reconfigurar la vida, que abre un lugar sensible y libre para cuestionar aquello acerca de lo que en el espacio cotidiano evitamos hablar, que tiene la capacidad de hacernos reflexionar e inspirar nuevas ideas sobre el mundo y sobre nuestro propio ser. Es por esto que en (Puerperio) ahondamos honesta y profundamente sobre temáticas femeninas que contienen reflexiones acerca del rol histórico de la mujer, sobre nuestros linajes, sobre la elección de la maternidad, sobre la violencia ejercida sobre nosotras y sobre las memorias de nuestros cuerpos.

¿Cómo has vivido tu maternidad? 

La maternidad y toda la vorágine que conlleva fue para mí, una expansión de creatividad. Un punto de inflexión crucial en mi vida y en mis procesos creativos en todos los aspectos. Me trajo cuestionamientos profundos de cómo se vive el hecho de maternar, de qué pasa con la mujer que era y la que soy, del quiebre emocional y psíquico tan hondo que se produce al parir. De hecho, desde que me convertí en madre todos los nuevos proyectos teatrales que vinieron están ligados a la temática; y los que vienen también hablarán de otros aspectos de la maternidad, siempre tratando de abarcar su lado menos visibilizado del cual me parece fundamental reflexionar en conjunto y sinergia con la sociedad.

¿Por qué crees que hay tanta romantización en torno a la maternidad y cómo nos afecta?

La maternidad abre una grieta de la cual es difícil hablar. Una grieta que transforma para siempre la vida de la madre, dejando profundas cicatrices físicas y emocionales. Y pensamos que el desconocimiento del puerperio en específico y de la experiencia de la maternidad como un todo, incluyendo su elección, es algo que perjudica significativamente a la sociedad y en especial a la mujer. En el desconocimiento social de los aspectos más sombríos de la maternidad, se aísla a las mujeres que lo viven. Así, muchas mujeres viven algunos de sus procesos de maternaje avergonzadas y en soledad. Es que en esta sociedad que romantiza la maternidad hasta lugares insoportables, la madre que cuestiona su rol y que expresa su sufrimiento y dolor, es criticada y se le mira como una mujer desagradecida, que, teniendo lo más maravilloso del mundo, se queja. Y ese dolor, esa dureza, también es parte de la maternidad y en la medida que se normalice se vivirá con menos culpa y vergüenza.