UNA REFLEXIÓN A PARTIR DE “BIOGRAFÍA DEL SILENCIO”

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Es curioso como, a veces, la trama de la vida abandona su linealidad habitual para sorprenderte. Llevaba un tiempo queriendo leer Biografía del Silencio de Pablo d’Ors y, hace unas semanas, alguien a quien no conozco me dijo que era el libro que más había subrayado junto con el que ambas estábamos leyendo en ese momento. Aunque no creo en los destinos, creo en el poder generoso de las casualidades. Las casualidades son áreas de descanso salidas al paso de la carretera por la que avanzas pensando únicamente en llegar a alguna parte que te permiten parar, respirar y disfrutar del paisaje en su conjunto. Las casualidades rompen la linealidad del tiempo, curvan su trazo y lo retrotraen, lo unen a un punto de tu pasado para explicarlo.

Esta ha sido una semana de casualidades escondidas en libros. Leo en Viaje a Echo Spring que Tennesse Williams escribió que la distancia más grande entre dos puntos es el tiempo y entiendo que pasamos la mitad de la vida tratando de huir de un lugar que nos hizo daño para protegernos y la otra mitad tratando de volver para comprendernos. Pocas veces estás más lejos y más cerca de ti mismo como cuando vuelves a un punto de tu pasado y lo observas con ojos nuevos. La verdadera omnisciencia sobre tu propia historia, explica Pablo d’Ors, ocurre cuando dejas de situarte en el lugar del protagonista principal, de esa persona que una vez fuiste, das dos pasos a un lado y consigues ver la escena en su totalidad. Es entonces cuando ego y creencias caen de sus altares y el hueco que dejan crea un espacio en el que identidad y alteridad se juntan para completarse. Solo entonces, cuando nuestra versión presente consigue abrazar a su versión pasada, podemos volver a la carretera.

Biografía del silencio también ha resultado ser uno de los libros que yo más he subrayado. Llevo días dando vueltas a la idea del wu wei. El wu wei, el hacer no haciendo, es la capacidad de ponernos a disposición de algo para que se haga por mediación nuestra pero sin nuestra mediación directa. Es el equilibrio perfecto entre presencia y entrega. Es aceptar que el arte, la luz que proyectamos, no es algo que creamos sino algo que pasa a través de nosotros que, renunciando al ego, superamos la necesidad de creernos emisor para transformarnos en canal, en vasija temporal que lo contiene y traslada.

El wu wei ha aliviado la presión de la página en blanco y se ha retrotraído en el tiempo para reconciliarme con otra imagen de vasija anterior. Esta nueva forma de entrega tiene muchas similitudes con la entrega que se vive durante el embarazo y a la que a mí, en ocasiones, tanto me costó adaptarme. Durante meses tu cuerpo es generoso, lo has puesto al servicio de algo que crece contigo y gracias a ti. No es casualidad que, para muchas mujeres, los meses de embarazo y los inmediatamente posteriores al parto sean periodos de una inmensidad creativa, de una producción artística sin precedentes, sublimada. No es casualidad que algunas comprendamos durante este periodo que una cura de humildad es un baño de grandeza. Que nuestra vasija ha resultado contener, con el tiempo, una luz mayor que la que entonces imaginábamos. No creo en los destinos, pero creo en el poder generoso de las casualidades.

Basta un año de meditación perseverante, o incluso medio, para percatarse de que se puede vivir de otra forma. La meditación agrieta la estructura de nuestra personalidad hasta que, de tanto meditar, la grieta se ensancha y la vieja personalidad se rompe y, como una flor, comienza a nacer una nueva. Meditar es asistir a este fascinante y tremendo proceso de muerte y renacimiento.

Poco más de un centenar de páginas de inaudita intensidad que nos ayudan a comprender la importancia de esa humilde, pero profunda virtud que es la atención. Un libro tan pequeño como exquisito que recoge una obstinada búsqueda de sí mismo. Tras conocer a Franz Jalics —su maestro— y en respuesta a los miles de lectores que le escribieron para comentarle y agradecerle su Biografía del silencio, Pablo d’Ors funda en 2014 la asociación Amigos del Desierto, cuyo propósito es profundizar y promover la práctica contemplativa.

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VICTORIA GABALDÓN

Madre de Julieta y Darío, periodista y escritora. Creadora de MaMagazine, orgullosamente apoyada por una tribu de comadres poetas, escritoras, fotógrafas, creativas, ilustradoras, psicólogas, docentes y periodistas especializadas en maternidad.

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