Corría el año 2016 cuando una oferta en una clínica cercana a mi casa llamó mi atención: ofrecían bonos de depilación láser bajo la promesa de una experiencia indolora y no caduca en el tiempo. Me dijeron que era compatible con la lactancia, por aquel entonces estaba dando el pecho a mi hijo. Lo que te pedían era que, antes de acudir a la cita, te depilases con cuchilla. Y eso hice. Acudí a mi primera cita y les dije que estaba dando el pecho, que me confirmase que no pasaba nada. Y una chica distinta a la que me vendió el bono me dijo que mejor esperase a terminar la lactancia, total, los bonos no caducaban. Mi lactancia acabó, por obligación, tras tres mastitis seguidas, en 2017.
Cuando acabó mi lactancia, acudí de nuevo a la clínica. Estaba tomando unas pastillas, un tratamiento que duraba varios meses, así que me dijeron que mejor esperase ya que el medicamento que tomaba estaba calificado como “fotosensible”. En fin. Que ya no tomo esas pastillas. Pero tampoco recomendaban depilarse en verano, con la piel morena. Así que seguí esperando. Luego, vino una pandemia. Estamos a punto de terminar el 2020, sigo depilándome con cuchilla y todavía no he usado mi bono.
Y es que tras haber leído el ensayo de Bel Olid (Mataró, 1977), A contrapelo, publicado por Capitán Swing, las dudas se me han venido encima en forma de razón, feminismo y pensamiento. Este pequeño libro es una edición preciosa, con una portada en relieve que dan ganas de acariciar y que recuerda mucho al tacto de una piel depilada con cuchilla… En este ensayo, Bel nos cuenta su experiencia personal tras decidir dejar de depilarse. Pero no solo es una experiencia personal: es poner en contexto una decisión, es sacar a la palestra la infantilización de las mujeres y la sexualización de las niñas, entre otros muchos temas espinosos. Son pocas páginas, pero dan mucho que pensar.
Bel es escritora, traductora y profesora de traducción en la Universitat Autónoma de Barcelona. Además, es madre de dos hijos que están ya al final de la adolescencia y de otro que viene en camino. Desde que le concedieron el premio que recibió el premio Qwerty al mejor libro infantil del año por Crida ben fort, Estela! (Fineo, 2009), donde trataba el abuso sexual infantil, no ha dejado de escribir y de ver reconocida su labor profesional. Si quieres conocer más sobre su faceta materna y las reflexiones, dudas y certezas que le llevaron a dejar atrás la depilación, no te pierdas esta entrevista.
PD: Todavía no sé qué hacer con el bono de depilación. Menos mal que no caduca.
PD2: Las imágenes que ilustran esta entrevista son de Cristina Candel.