Pareciera que llorar fuera un verbo reservado a los niños y a las mujeres. Pero no. Los hombres también llorar y su llanto no es muestra de debilidad sino el reflejo de la aceptación de una nueva masculinidad. Javi Oliva lloró y escribió estos versos:
llorar
podría no haber llorado
…
la tarde del miércoles de la semana pasada
con viento en las calles
con furia en los coches
podría no haber llorado
, pero entonces
, difícilmente habría vuelto a ser yo
: una capa espesa de ceniza
habría caído en mis manos
: una palada, otra palada
hasta volver insensibles los párpados
y no habríamos sacado agua
de ningún oasis
, no habría habido esperanza
por ninguna parte
.
la sacudida que supone
amanecer cada mañana
me habría dejado inmóvil, frío
torpe y canalla
.
por el contrario, lloré
: sujeté como pude el hueso frontal
de mi calavera
con mi mano derecha
. aflojé
: solté lágrimas como perlas
, sollozos como temblores
, aullidos como sendas que seguir
; lloré
, conjuré a mis ancestros
, les pedí ayuda, temblé
, no sabía cómo deshacerme de mis nudos
: y no hallé casi respuesta
: solo briznas de belleza saliéndome por los ojos
.
podría no haber llorado
, pero entonces difícilmente
habría vuelto a gustarme
siendo sin duda diferente y peor
y mis hijos habrían sido
otras personas
: personas de las que no han visto
nunca
a su padre llorar
.
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