Nunca fue fácil ser adolescente. Ni ahora ni el siglo pasado. Pero quizá en esta época existe un extra de dificultad: todas esas pantallas diciendo que hoy es viernes negro y que hay que comprar para ser parte de algo. Se compre o no se compre, los grandes temas son ineludibles, tanto ahora como hace treinta años. Se mantienen los retos y las oportunidades. Y también uno de los grandes premios: la conquista de la libertad interior.
viernes negros
sé que puede sonar muy loco
pero yo ya he estado ahí
: aquello que tintinea para ti
, las luces que brillan en tus oídos
, las perlas que se entrechocan en tus pupilas
todo eso
ya lo escuché yo
: me tentaron propuestas parecidas
, me llamaron con voces semejantes
.
al fin y al cabo
somos padres quienes hace treinta años
fuimos hijas, todos humanos
, tampoco ha cambiado esto tanto
: lo que te suena, te tienta, te llama
cada gramo de todo ello
es lo que me sonó, me tentó, me llamó
. la tontería nos rodeaba como a vosotras
y el resbalón lo tuve a la vuelta de cada esquina
, es verdad que ahora tú tienes delante
viernes negros de chapapote
, un extra de dificultad
, pero bobos con ropa interesante
hubo en todas las épocas
y los grandes temas se mantienen
: ánimo, zagal
: estás creciendo, nos duele
, pero el premio es tu libertad
.