ESTÍBALIZ LANCHA Y SU REBOTICA

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Estíbaliz Lancha es madre de tres hijas (Andrea, Ayala y Leire). También es el alma de Mi Rebotica, un negocio familiar y sostenible que ofrece cosmética basada en la formulación magistral tradicional, al estilo de las antiguas farmacias. Y es que Estíbaliz es farmacéutica y su amor por su profesión la ha llevado a crear cosméticos formulados y producidos por ella y su equipo. Junto a su marido, Antonio Serrano, reconocido perfumista, llevan desde 2012 ofreciéndonos sus productos, basados principalmente en activos de origen vegetal a la que incorporan activos de última generación, en packagings que nos trasladan en su estética justo a donde quieren llegar: a poner en valor la imagen tradicional de la farmacia, con ese toque retro que hace honores a los albarelos y a los cuentagotas topacio. Han conseguido, con el paso de los años, convertirse en un referente gracias al apoyo que han encontrado en otros farmacéuticos, sus mejores prescriptores además de los miles de clientes que se han convertido, ya, en fieles a la marca.

En esta entrevista, Estíbaliz nos habla del origen de Mi Rebotica, de cómo consigue conciliar su vida profesional con su vida familiar y de la huella de sus tres hijas en su trabajo. Desde Talavera de la Reina, donde producen de manera artesanal todos sus productos, hasta Hong Kong, sus productos crean legiones de fans allá donde van.

Con formulaciones que contienen del 85 al 100% de activos vegetales, han desarrollado líneas infantiles, para las pieles más jóvenes, geriátricas, cosmética premium, perfumes para el hogar y en la actualidad, han lanzado su línea de nutricosmética.

Lo mejor de todo: lograr, en los tiempos que corren, productos de alta calidad, que cumplen lo que prometen, con formulación propia, made in Spain y en familia. Si quieres saber por qué una de sus hijas es la “culpable” del surgimiento de uno de los productos estrella de Mi Rebotica… ¡sigue leyendo!

MI TRABAJO ANTES DE SER MADRE

Fui madre bastante joven, con 25 años, así que no me dio tiempo a tener una extensa vida laboral antes. Mis hijas y el trabajo han ocurrido y convivido solapándose en el tiempo. De hecho, hay un dato bastante curioso y es que la compra de nuestra farmacia y el nacimiento de mi hija Ayala ocurrió todo en la misma semana de diciembre de 2004. Tuve que incorporarme al trabajo con un par de puntos todavía. Gracias a Dios, mi madre vivía a escasos 50 metros de la farmacia y ha sido un apoyo fundamental.

LA HUELLA DE MIS HIJAS EN MI TRABAJO

Para mí, algo fundamental en mi trabajo es que mis hijas se sientan orgullosas de lo que hago: su huella es que consiguen sacar lo mejor de mí y hacen que no me conforme nunca con mediocridades. De manera más concreta tengo mil ejemplos, pero quizá uno de los más significativos es que nuestro producto top ventas es gracias a una de ellas. Se puso taaaaan pesada con que quería meter cebolla cortada dentro del champú para que le creciera el pelo que al final me hizo buscar bibliografía y cuando encontré el estudio clínico que demostraba su eficacia fue cuando nos decidimos a formular el champú. Por supuesto, lo formulamos sin siliconas porque la primera usuaria iba a ser ella.

LO MEJOR Y LO PEOR DE LA MATERNIDAD

Lo mejor de la maternidad es ver crecer a mis hijas, no sólo desde el punto de vista físico sino del intelectual y del emocional; ahora mismo me hace sentir terriblemente orgullosa el ver que se van convirtiendo en jóvenes con inquietudes, que se preocupan por el mundo que las rodea y que luchan por encontrar su sitio y descubrir qué pueden aportar Lo peor es la culpa que sientes cuando no puedes dedicarles las horas que te gustaría.

LOS ORÍGENES DE MI REBOTICA

Realmente, Mi Rebotica nunca surgió como un modelo de negocio sino como una necesidad. Siempre me ha dado mucha rabia que el mundo de la cosmética se basara mucho en la apariencia y muy poquito en la realidad; lo único que quería era poder ofrecer a los pacientes de mi farmacia una cosmética que fuese de verdad y que se basase en los principios de la formulación magistral. De ahí que Mi Rebotica surgiese como una línea de cosmética para mi farmacia. Ocurrió que,desde el principio, otros amigos farmacéuticos me dijeron aquello de: “ya que te pones, podías hacerlo para mí también“… Y así empezó todo.

MI FUENTE DE INSPIRACIÓN

La fuente de inspiración sin duda fue y sigue siendo por un lado la formulación magistral y por otro lado el deseo de dar siempre lo mejor de nosotros mismos. La gente a menudo piensa que vengo de una familia con larga tradición de farmacéuticos, pero no es así: mis padres son hosteleros y, aunque mi amor por la formulación surgió de una manera un tanto espontánea cuando tenía ocho años y mi juego favorito era preparar mezclas, el amor por las cosas bien hechas, con mimo, y dando siempre lo mejor de ti mismo, sin duda se lo debo a ellos, a mis padres.

EL DÍA A DÍA DE UN TRABAJO EN FAMILIA

Mi Rebotica ya está tan metido dentro de nuestro ADN que hablar en la cena de formulaciones, plantas, influencers, mezclado con deberes de matemáticas y lo que ha pasado hoy en el cole es lo más normal del mundo.

LAS ESTRELLAS: LOS ACTIVOS NATURALES

No tenemos un ingrediente estrella porque hacemos formulaciones tanto para cabello, como para cuerpo como para rostro; y en cada fórmula ponemos aquello que consideramos lo mejor para ese producto y para esa aplicación. Ceñirnos a un ingrediente estrella sería limitarnos y me gusta poder formular con una paleta infinita de activos; es la parte más divertida del trabajo. En cuanto a activos que me han sorprendido he de reconocer que las propiedades del extracto de cebolla en el cabello han superado con mucho mis expectativas, porque como ya te comenté al principio yo era muy escéptica. El brillo, la sensación de cabello sano y fuerte, e incluso en algunos casos la disminución de caída me resultan absolutamente espectaculares para un ingrediente tan humilde como puede ser la cebolla.

Escrito por:

Victoria Gabaldón

Madre de Julieta y Darío, periodista y escritora. Creadora de MaMagazine, orgullosamente apoyada por una tribu de comadres poetas, escritoras, fotógrafas, creativas, ilustradoras, psicólogas, docentes y periodistas especializadas en maternidad.