La Tierra es nuestro hogar. De eso no cabe duda. En lo que menos consenso hay es en cómo cuidarla. Javier Oliva propone aprovechar este tiempo de virus para repensar el planeta que queremos dejar a nuestras criaturas, que vienen detrás.
casa
esta es nuestra casa
: no es muy lógico
que espere dentelladas
y si no cuidamos esto
, para quienes vienen
no habrá nada
; nuestro planeta
encuentra la horma
con los efectos colaterales de este virus
: han quedado
millones de barriles de petróleo
sin gastar
, rutas marítimas mermadas
, aire cristalino que
nadie se atreve a cruzar
: ni es un castigo, ni una venganza
ni un reequilibrio de fuerzas
.
me ocupan ahora
los abrazos que seguimos guardando
la esperanza por compartir
los apoyos que van llegando
. y esencial se me hace
considerar este punto
excepcional de la historia
: uno, para volver a escuchar
las voces de auxilio en las fronteras
, dos, para recuperar las voces
que manan de las grietas
, tres, para dimensionar de nuevo
esta casa nuestra
.