Despertar a nuestros hijos por la mañana, con el amor que acumulamos por la noche —ese que hace que les perdonemos los “disgustitos” que hayan podido darnos, echando solo un sueñecito—, es uno de los momentazos del día. No es garantía de que no recibamos un gruñido si no han descansado bien… pero seguiremos intentándolo. ¡Somos tenaces y no perdemos la esperanza! Javi Oliva vuela hoy al futuro y se imagina las manos que despertarán a sus hijos dentro de unos años…
despertarte
solo quiero
tus manos calientes
en las mías
; así te he despertado hoy
y pienso hacerlo así
todas las mañanas del mundo
que nos queden
; porque habrá un día
que marches
que duermas en otras camas
solo, acompañado
habrá otro día incluso que
te despierten otras manos
y me contarás
qué, quién, cómo, cuándo
, pero no estaré contigo
a la hora de abrir los ojos
, así que ahora
que sí lo estoy
solo quiero
tus manos calientes
en las mías
y despertarte así
para el día que comienza
.