Rafa Nadal es un buen maestro. No solo gana en Roland Garros como Pedro por su casa, sino que también enseña humildad y tenacidad. ¿O más bien terquedad? En cualquier caso, una de sus señas de identidad es no dar ni una bola por perdida. ¡Anda!, como los hijos de Javier Oliva…
oda a la terquedad
mis hijos son como nadal
: no dan una pelota por perdida
. jamás
.
esta es una oda a la cabezonería
a la terquedad
a darse contra un muro
, porque mis hijos son de esos
: de los que se dan contra un muro
; de primeras
dicen que no a las órdenes
se rebelan si algo no entienden
, su sentido de la justicia
es inmaculado y helénico
, te devuelven bolas y bolas
hasta que mastican los contenidos
.
y si atravesaran una mala racha
y pareciera que fueran a obedecer a la primera
tiran de tesón
aprietan los dientes, se revuelven
y, paf, sueltan un passing shot
.
enhorabuena
, haced eso siempre
: cuando os digan lo que hay que hacer
preguntad por qué para qué
rebatidlo
con el mismo empeño que ponéis
en rebatir los cánones familiares
, que no os cuelen una
, cuestionad como lo estáis haciendo ahora
, que toda esa tenacidad sirva
; y cuando juguéis a lo que sea
y alguien os gane
haced también como nadal
: ‘competí. no fue suficiente
. el otro era mejor que yo
’.
mis hijos son como nadal
: revisan los cálculos en todo
lo piensan todo
quieren explicaciones para todo
, siempre
.
mis hijos son como nadal
: no dan una batalla por perdida
, no dan una discusión por terminada
, no dan una orden por obedecida
sin pensarla
, jamás
.