hacia otro planeta
Foto: Raúl Ruiz Alaminos

HACIA OTRO PLANETA, POR MARTA GIMÉNEZ-DASÍ

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Hacia otro planeta.

El encierro del virus va a ser largo y tendrá muchas consecuencias de todo tipo. La única ventaja es que nos permite dormir lo que necesitamos, vivir sin prisa y, en mi caso, leer tantas cosas pendientes. El primer libro que he terminado es El bebé es un mamífero de Michel Odent, un obstetra francés que este verano cumplirá 90 años y ha sido un adelantado a su tiempo. En los años 70 empezó a defender los beneficios del inicio de la lactancia materna justo después del parto y la capacidad del recién nacido para reptar, buscar, encontrar y succionar el pezón de la madre. En esa época, por lo visto, nadie pensaba que el bebé fuera capaz de tal hazaña. A principios de los 80 defendía los beneficios del parto en el agua, una práctica que hoy se realiza en los hospitales y casas de partos que favorecen los partos fisiológicos. No quiero ni imaginarme las caras que habrá tenido que ver este señor a lo largo de su vida cuando en aquellos tiempos exponía sus convicciones.

En este libro Odent cuenta los resultados de las observaciones acerca de  cómo paren otras mamíferas: las hembras preparan el nido antes de parir y cuando llega el momento se esconden, buscan sitios aislados, lugares oscuros en los que poder alumbrar. También cuenta las manipulaciones que se han hecho en los laboratorios para saber qué cosas hacen que los partos de las ratas sean más difíciles, más largos y más peligrosos. Atención a la lista: poner a la hembra en un lugar no familiar, transportarla de un lugar a otro durante el parto, parir en una caja transparente que no permite aislarse ni tener intimidad, la luz. ¿Has parido en un hospital? ¿Te suena todo esto?

El parto es también un proceso cerebral en el que el córtex, nuestro cerebro racional y evolucionado, deja de tener el control. La parte más primitiva es la que toma las riendas, desactiva el córtex, regula la secreción hormonal que provoca las contracciones y lleva a la mujer hacia otro planeta. La mayor parte de los relatos de partos fisiológicos incluyen esta sensación: desconectar del mundo, perder la noción del tiempo, no saber quién está a tu alrededor ni qué hace, aislarse, irse a otro planeta. Pero esta desconexión es muy fácil de interrumpir. Cualquier estímulo que active el córtex conecta de nuevo a la mujer con su entorno. La luz, el lugar desconocido, el traslado, la sucesión de personas que entran, salen, hablan, dicen, tocan, enchufan y comprueban no permiten que la mujer se vaya donde necesita y corte la comunicación. Dice Odent que el marido situado enfrente que busca los ojos de la mujer también interrumpe el proceso al decirle de alguna manera “estoy aquí, quédate conmigo”.

Cuenta también Odent que ha observado una curiosa relación entre los partos en casa y los gatos. Sí, los gatos, no es una errata. Aunque no haya hecho estudios científicos sobre el tema, afirma que debe existir alguna relación. Lo que observa es que los partos son especialmente rápidos y fáciles cuando hay gatos en la casa. Lo que no está claro es si hay alguna conexión causal entre estas dos variables ni, si fuera el caso, cuál sería el huevo y cuál la gallina. ¿Los gatos producen algo en las mujeres que facilita el parto? ¿Las mujeres que tienen gatos tienen alguna característica que facilita el parto? Ni idea. Sin embargo, siguiendo las conjeturas de Odent, podría ser que las personas que tienen gatos sean tranquilas, les guste el silencio y la calma, acepten querer y cuidar sin pedir nada a cambio y acepten no dominar las situaciones. Todo esto podrían ser factores que faciliten el parto. O podría ser que la presencia de gatos en una casa dé cierta calma, serenidad y desapego y que esto regule las hormonas de estrés que impactarían después en el desarrollo del parto. O podría ser que su simple presencia tenga algún efecto en el parto. No sabemos, pero los gatos se comportan de una forma muy particular durante el parto. Dice Odent: “su discreción es absoluta. Pasan desapercibidos, pero están ahí. Manteniendo un aire de indiferencia, parece que saben lo que está ocurriendo. Parecen sentir la importancia del acontecimiento, es decir, su carácter sagrado. Hay como un recogimiento en su actitud casi meditativa” (p. 52 de la edición francesa). Esta actitud puede servir de modelo para todas aquellas personas que asisten partos. Ponerla en práctica facilita la desconexión espacial y temporal que la mujer necesita para iniciar uno de los acontecimientos más importantes de su vida. 

 

MARTA GIMÉNEZ-DASÍ

Es madre de dos niños y profesora de Psicología del Desarrollo en la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid. La maternidad y la universidad conjugan su principal interés vital: entender y promover el desarrollo sano en los primeros años de vida. Desde 2009 dirige un equipo de investigación centrado en el estudio del desarrollo emocional infantil. Como resultado de sus trabajos ha publicado los programas Pensando las emociones con atención plena y varios libros sobre desarrollo infantil en la editorial Pirámide.

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Un comentario

  1. Que bonito articulo Marta…. Y por cierto, el anterior no lo comenté, estaba reflexionando un poco sobre lo que escribiste…
    Mi comentario sobre el anterior es el síguiente:
    Me pareció muy interesante, como siempre, pero en mi caso, no me llegó a tocar esa fibra sensible, ya que yo tuve un embarazo feliz, incluso diría que mucho más feliz de lo habitual fue mi vida en ese periodo, pero hablando con mi madre, ella me comentaba que mi gestación fué sumamente deseada y también se sintió durante ese proceso muy feliz…. Yo no soy nadie ni tengo estudios en este campo como para opinar científicamente…. Pero quizá si tenga una relación con como has vivido tu propia gestación….
    Respecto a este nuevo artículo :
    Totalmente de acuerdo con todo lo “horroroso” que es el hospital, luces, pérdida de intimidad, familiares preguntando cosas obvias, como si te duele, que les miras con ojos de “tú que creés” en fin, pasamos por esto la mayoría, algunas afortunadas pueden experimentar otras formas…. Por no ser pesada xq hay demasiado que contar resumiré con esta frase :
    “el progreso no siempre es acertado, en la antigüedad no había tantos medios y quizá deberíamos mirar un poco atrás algunas veces”
    Mil gracias Marta…. Como siempre…

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VICTORIA GABALDÓN

Madre de Julieta y Darío, periodista y escritora. Creadora de MaMagazine, orgullosamente apoyada por una tribu de comadres poetas, escritoras, fotógrafas, creativas, ilustradoras, psicólogas, docentes y periodistas especializadas en maternidad.
Es madre de dos niños y profesora de Psicología del Desarrollo en la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid. La maternidad y la universidad conjugan su principal interés vital: entender y promover el desarrollo sano en los primeros años de vida. Desde 2009 dirige un equipo de investigación centrado en el estudio del desarrollo emocional infantil. Como resultado de sus trabajos ha publicado los programas Pensando las emociones con atención plena y varios libros sobre desarrollo infantil en la editorial Pirámide.

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