Sara Noguera es madre de cuatro retoños de seis años, casi cinco, tres y medio y dos; maestra, musicoterapeuta, cuentoterapeuta y especialista en crianza respetuosa. Su proyecto @kimudi_crianza surge de aunar la pasión que siente tanto por su trabajo como por su maternidad, con la intención de hacer llegar a todas las familias que pueda un método de crianza donde la culpa no tiene cabida, pero el realismo es clave. Sara también tiene un podcast, Crianza con Flow, en el que ofrece herramientas, trucos y recursos para disfrutar de la maternidad y la paternidad, compartiendo su visión realista a través de sus experiencias personales. Sara acaba de presentar Ser madre es fácil (cuando NO tienes hijos) (Bruguera, 2023), un libro en el que entrelaza conceptos básicos de la crianza, lugares comunes y frases que no deberíamos estar escuchando a estas alturas del partido y anécdotas propias. El resultado es un manual fresco y divertido con un objetivo claro: desterrar la culpa subida a la chepa de la maternidad.

¿Cómo era tu trabajo antes de ser madre? ¿Y después? ¿Sufrió cambios significativos?

Mi trabajo dio un cambio radical, ya que no me renovaron —o me dieron de baja— contrato tras tener a mi primera hija. Supuso un empezar de cero y reinventarme e intentar poner en marcha el proyecto que es hoy Kimudi. Daba vértigo, pero a la vez me sentía tremendamente confiada porque sabía que ese era el camino que quería seguir.

¿Qué es, para ti, lo mejor y lo peor de la maternidad?

Lo mejor es darte cuenta de que seguir tus instintos es un acierto, que fiarte de tus corazonadas como madre tiene mucho más valor que cualquier opinión ajena. Y el amor que se siente por un hijo es una experiencia indescriptible que merece la pena sentir.

Lo peor son las prisas de la sociedad y la necesidad que se tiene de que todo se tenga que poder disfrutar, que es incompatible con criar porque ni todo es bueno, ni todo es agradable ni todo te va a hacer feliz.

Si volvemos la vista atrás, ¿crees que es más fácil ser madre ahora que en los tiempos en los que lo fueron nuestras madres o abuelas?

Para nada. A efectos de facilidades, sin duda es más accesible todo porque tanto la información como cualquier elemento o persona que se requiera la podemos encontrar prácticamente a un clic.

Pero a efectos de juicio, de valoraciones subjetivas, de comparaciones, de expectativas… es más complejo. Nos han enseñado maternidades perfectas y nos las hemos creído, y eso afecta mucho a la hora de llevar a cabo tu propia maternidad.

¿Cuál es el germen de este libro?

Es una catarsis surgida de la necesidad de compartir mis conocimientos sobre la maternidad y la crianza respetuosa mezclada con anécdotas reales, donde dejo claro que la “gracia” de criar no es hacerlo todo bien: es hacerlo y aprender a través de vivirla y compartirla. Que no todo se tiene que saber hacer cuando tienes un hijo o una hija y que todas las maternidades son válidas.

¿Crees que es posible una maternidad gozosa y sin culpa? ¿Cuáles son tus principales propuestas?

Me parece complicado, pero no imposible. Sin duda, deberíamos trabajar el tema de las expectativas para dejarnos de anhelos y así centrarnos en la realidad y cómo afrontarla. También sería un acierto dejar de intentar llegar a todo y asumir que no hacerlo es un triunfo, porque no hemos venido al mundo a demostrar nada y somos mucho más que las opiniones que tienen los demás sobre nosotras. Añadiría dejar margen a “perder el tiempo”, a observar a nuestra familia para avanzar con base en lo que necesitamos de verdad y no basándonos en lo que nos hacen creer que necesitamos.

ESTE ES EL DECÁLOGO DE SARA NOGUERA PARA LA MADRE CON HIJOS:

1. Nadie cuenta sus miserias, así que no envidies la vida de otras madres. Recuerda que solo conoces (con suerte)
la mitad de la historia.

2. No eres madre para demostrar nada a nadie, no te dejes abrumar por las expectativas del entorno y escúchate más a ti misma.

3. Tu hijo o hija sabe que le quieres cuando le besas y le mimas, pero también cuando le gritas o te equivocas.

4. No hay ni una sola metodología educativa que sea perfecta. Lo mejor que puedes hacer es quedarte con lo que te guste de cada una y crear una amalgama que te ayude a surfear la maternidad con realismo y dignidad.

5. Estar de acuerdo con tu pareja está sobrevalorado. Cuidad la empatía y la escucha y veréis como las cosas funcionan mejor que pensando lo mismo o actuando igual.

6. Que nadie te haga sentir mal o inferior por tus decisiones personales en cuanto a tu familia. Los espectadores ocasionales y los «opinólogos» no tienen nunca intención de aportar, no les des la satisfacción de condicionarte.

7. Tú también puedes escuchar la música que te gusta en el coche, o decir que no a jugar a algo. De nada sirve que enseñemos a nuestra descendencia la importancia de tener voz si acallamos la nuestra.

8. Todas nos quejamos, todas nos desahogamos de vez en cuando, todas queremos huir alguna vez y todas, durante alguna rabieta infantil, fantaseamos con fugarnos a beber de un coco en una playa de Malasia para el resto de nuestros días. Y quien diga que no es que no te lo quiere contar.

9. Si te sientes sola, recuerda que no tiene que ser así, que el ser humano está pensado para vivir en tribu y que la maternidad compartida siempre es más comprensiva.

10. Te mereces desconectar de vez en cuando, como cualquiera, y te prometo que tu hijo o hija va a seguir ahí cuando vuelvas. Disfruta de estar presente en aquello que estés haciendo, ya sea abrazar a tu bebé o reírte a carcajadas con una amiga.

Nos han hecho creer que la maternidad tiene unos patrones fijos, una manera correcta de enfocarse y un guion que, si sigues paso a paso, hará que todo salga como en una portada de revista. Nos han dicho cómo tiene que ser una madre y cómo no tiene que ser una madre; lo que debe asumir y por lo que tiene que luchar.

En este libro vamos a conversar mucho sobre la maternidad de una forma realista, sin culpa y que aporte valor. Aquí no encontrarás la lección de tu vida en materia de crianza y maternidad (porque nada es la panacea, por mucho que algunos se empeñen en vendérnoslo así), pero sí espero darte las claves y herramientas para que, cuando tomes una decisión en este viaje vital y transformador que es la maternidad, la tomes con seguridad y confianza en ti misma, y te trates con el respeto que te mereces.

Porque la crianza respetuosa empieza por respetarse a una misma.