Cada vez que cae en mis manos uno de los libros escritos e ilustrados por el magnífico tándem formado por la ilustradora Madalena Matoso y la escritora Isabel Minhós me reafirmo en lo que creo: que no hay temas difíciles de abordar, sino maneras complejas de hacerlo. Ellas nos lo vuelven a demostrar en Con el tiempo, una nueva obra conjunta que les ha valido una mención especial en el Premio Nacional de Ilustración de Portugal y el Premio Spa al mejor libro infantil-juvenil del año. Y no solo eso: Con el tiempo ha sido incluido en el Plan Nacional de Lectura Portugal, nuestro país hermano.
Porque lo que pasa con el tiempo es muy sencillo de explicar: y es que el tiempo, simplemente, pasa. A veces más rápido. A veces más lento. Pero inexorable. Hay minutos que duran eternidades y horas que se esfuman como la espuma de una cerveza. Cuando era niña, cada curso escolar se me hacía largo. Cada verano, corto. Desde que soy madre, hay días que se me hacen eternos pero los años pasan más rápido de lo que me gustaría.
Hemos hablado con Isabel (a la que ya entrevistamos con anterioridad) y con Madalena a propósito de la llegada de su precioso Con el tiempo a nuestras librerías. Y es que el libro, editado originalmente en Portugal (en su editorial Planeta Tangerina) ya lleva siete años viendo cómo el tiempo no pasa por él.
Han pasado siete años desde que el libro se editó originalmente hasta su presentación en el mercado español. ¿Qué cosas han pasado a la vez que el tiempo, que son dignas de recordar para vosotras? ¿Qué cosas, en estos siete años, borraríais si pudierais?
Madalena: Han pasado demasiadas cosas. Todo va cada vez más rápido. Algunas frases del libro (texto de Isabel Minhós Martins) son verdaderamente útiles: Los niños crecieron y los lápices se hicieron más pequeños. Las cosas difíciles se han vuelto más fáciles. Ganamos algunas cosas y perdimos otras. Los amigos son para siempre.
Hay muchas cosas que son notorias, algunas muy difíciles. Pero no me veo borrando momentos específicos. Son parte de la vida y parte de nosotros. Casi siempre hay capas y capas de pequeñas cosas que se acumulan y se unen entre sí. Cuando veo esas películas en las que alguien va al pasado para cambiar algo, nunca me quedo satisfecha con el guion. Porque un cambio muy pequeño bastaría para que todo fuera diferente. Que todo cambie para siempre, que esa persona se convierta en otra. En otras palabras, la persona que había ido al pasado para borrar algo ya no sería la misma persona, lo que haría que todo fuese imposible.
Pero bueno… ya estoy divagando.
Isabel: ¿Entre 2014 y 2021? Tuvimos grandes incendios, olas de frío y calor, tormentas con nombres propios, los científicos nos dicen que el cambio climático ya está aquí y poco a poco estamos empezando a movernos. Despacio.
Aquí, en Portugal, tuvimos cosas cómicas y trágicas y cosas tragicómicas, por ejemplo, ¡un primer ministro arrestado! Pero dimos algunos pasos hacia los derechos de las minorías y para nuestras libertades personales, como el derecho a la adopción para las parejas homosexuales y la aprobación de una ley de eutanasia. Y, por supuesto, sufrimos una pandemia que cambió el mundo de adentro hacia afuera.
¿Cuál es el objetivo de esta reflexión que proponéis sobre el tiempo?
M: Lo que encuentro fascinante es esta cuestión de que el tiempo sea invisible, pero que sin embargo podamos ver su acción en las cosas. Sabemos que el tiempo pasa porque las cosas cambian. Crecen, amarillean, se pudren, florecen… Isabel escribió el texto e intenté entrar en el juego y proponer otras frases con imágenes. No están escritas con palabras pero pensé en ellas cuando estaba haciendo los dibujos. Y quizás los lectores también puedan unirse a la conversación y pensar en otras que no estén escritas. Por ejemplo: con el tiempo el agua hierve, el bizcocho crece, la basura empieza a oler mal. Con el tiempo darás con una idea, la bombilla se apaga. La sopa se enfría, las galletas desaparecen, el cuchillo cae. El helado se derrite.
Cuando estaba dibujando pensaba mucho en los bodegones. Antes no estaba muy interesada en este tipo de pintura pero con el tiempo (😜 ) comenzó a interesarme. Gráficamente, los dos tipos de imágenes no podrían ser más opuestas. Para las ilustraciones de este libro utilicé colores planos. Son geométricas, casi sin sombras ni volúmenes. Pero pensé en cómo estos dibujos fijan un momento. A veces represento flores en un jarrón que están a punto de marchitarse. Pensé en un cuadro de Henri Fantin-Latour que representa una mesa con un jarrón con flores y un cuchillo en equilibrio. Rendí homenaje a este cuchillo en equilibrio. Quizás cuando pasemos la página, el cuchillo caiga. Pero cuando volvamos allí, volverá a estar en equilibrio.
I: A nivel más personal, veo que el tiempo ha pasado a una velocidad supersónica: mis hijos, por ejemplo, ya no son niños. ¡Ese es un cambio increíble provocado por el tiempo!
Reflexionando sobre el tiempo para hablar de él a los niños, ¿qué sorpresas habéis encontrado? ¿Qué es lo que os gusta más y menos del paso del tiempo?
M: Creo que la reflexión principal está relacionada con la inevitabilidad del paso del tiempo. Los segundos se suceden en una cadena que no podemos detener. Suceden cosas buenas y malas. A menudo, estas son cosas que suceden en ciclos. Los árboles pierden sus hojas, pero con el tiempo vuelven a crecer. Los recuerdos son parte de nosotros. Cuando pienso en esto, también creo que, a medida que pasa el tiempo, realmente tenemos que aprovecharlo para seguir acumulando recuerdos.
I: Tal vez no borraría nada porque el pasado es el pasado y es mejor aprender de lo que nos pasa. Incluso esta pandemia con consecuencias tan graves trajo importantes aprendizajes: que todos vivimos juntos y somos vecinos en este planeta; que los problemas de uno afectan al otro; que tenemos que vivir en común; que hay tareas que se consideraban menores que pronto contemplamos como esenciales y valiosas; que hay áreas, como la salud pública, en las que debemos invertir más; que no podemos permitir que nadie se quede atrás en educación; que necesitamos hablar más entre nosotros (en directo y en persona). Cosas como esas (pero si en lugar de una goma pudieras usar una palanca de cambios, como en los coches, y hacer que el tiempo pasara a una velocidad más lenta, lo haría).