Preguntas. Siempre, todo el rato. Y qué preguntas… Es una de las claves de la infancia. Y por supuesto, no hay respuestas. Al menos, no para todo. Javier Oliva se ve capaz de responder a algunas y a otras por supuesto que no. Aquí nos cuenta cómo resuelve esta encrucijada.
las 4 mágicas cés
sé que hay miles de preguntas
restallando en vuestro cerebro
; qué digo miles
, pueden llegar a ser millones
.
yo trataré de responder algunas
con las mágicas cuatro cés
: calma, claridad, cercanía, calidez
. puedo intentarlo con preguntas como
cuál es el fa sostenido
o cuándo se promulgó
la ley del divorcio
, pero me quedo sin herramientas
para cuestiones estilo
cómo contagiaros el entusiasmo
o por qué entendisteis sí
cuando juraría que dije que no
; ‘papá: ¿te imaginas volar
y ver la ciudad desde arriba
?’, llego
‘¿cuándo terminas, papá
?’, llego
; ‘papá: ¿se aburren los pájaros
?’, no llego
.
llego a
de dónde viene la leche
, cómo se multiplica con decimales
, por qué ahora hay que
quedarse más en casa
; pero no llego
a las preguntas que son
más de sensaciones que de datos
, más de percepciones que de mapas
, más de viajes que de distancias
. pero, eso sí
, me quedo a vuestro lado
para que sigamos preguntando
.