Noté perfectamente cómo la cabeza estaba bajando, ¡qué pasada!, se me abrieron más las caderas y sentí más presión en el ano. Las matronas me dijeron que si metía los dedos en la vagina podría tocarlo, pero no me apetecía en ese momento. Un poco más tarde sí lo hice y toqué su cabeza y sus pelitos, ¡qué sensación!
Ellas estaban detrás alumbrando con una linterna y podían verlo. “¡Guaaaaahhh, me quema mucho!”, dije. “Es el aro de fuego”, me explicó Carol. Es el periné al dilatarse al máximo cuando la cabeza del bebé está coronando.
Muy bien, Jara. “Poquito a poco”, me dije a mí misma en bajito. Noté quemazón, fuego puro en los labios de la vulva estirándose completamente. En un momento pensé que aquí es donde podría sufrir algún desgarro pero no quería que ese miedo se apoderase de mí y pensé también que no había prisa. Seguí con la mano ahí, sujetando la cabeza de mi bebé para ir poco a poco. Cuando salga la cabeza será todo más fácil, pensé. Jadeé, respirando profundamente y salió de lo más profundo de mi garganta un grito súper animal.
La cabeza sale, ahí está, dije. Lo noté perfectamente. “Muy bien, Jara, la carita está fuera”. Con mi mano en el mismo sitio, quería confirmar (aunque lo sabía) hacia dónde miraba, “¿hacia atrás?” “Sí, Jara, hacia nosotras, está perfecto”. Pensé que Luis no se debía perder ese momento y lo animé a que rodease la piscina y lo viera. “¿Cómo está?” “Está ahí, mi amor”. Me besó. Disfruté mucho este momento corto antes de salir del todo, con la cabeza de mi bebé fuera de mi cuerpo y dentro del agua. Ya no quedaba nada, esto ya estaba hecho.
Noté que salía algo, líquido, pienso que ahora es muy fácil y sigo empujando suave. “Está rotando, Jara, muy bien”. Éric iba girando tranquilo para ponerse mirando hacia mí, todo el cuerpo salió fluido y sujetándolo con mis manos lo saqué del agua y me lo acerqué al pecho.
“Oh, dios mío”, dijo Luis. Son las 21:05. Me giré y apoyé mi espalda en la piscina. Éric estaba sobre mí, desnuditos los dos. A los pocos segundos lloró, ¡eso es! Luis me abrazó por detrás. Impresionante. Qué sensación más maravillosa, brutal.
9 respuestas
Vaya experiencia más bonita Jara, eso no lo olvidareis en la vida. Enhorabuena y gracias por compartirlo
Jara, una experiencia increíble. Imagino que no era facile elegir esta manera de dar luz porque es bastante raro en España pero era exactamente lo que buscabas. Estar valiente valía la pena – no podría ser más bonito esta experience. Me ha gustado mucho este artículo.
Qué bonito!!! Vaya experiencia!! Enhorabuena, toda una campeona.
No creo que yo hubiese sido tan valiente como tú Jara, pero me ha parecido lo más bonito y la experiencia más maravillosa del mundo. Felicidades a ese papa que supo estar a la altura de la circunstancia y porque no también al cámara por esas reales tomas