¿No te parece magia la capacidad de algunas personas para ver un lienzo en blanco donde la mayoría solo vemos restos, residuos o basura? A mí, desde luego, me lo parece. Debo confesar que, hace años, tras conocer de cerca la obra de la artista plástica Ester Pavón. De hecho, recuerdo ir a su preciosa casa en un pequeño pueblo de Guadalajara, observar lo que hacía con los objetos cotidianos, cómo los dotaba de una nueva vida y pensar que, quizá, yo podría hacer algo así.
Me puse manos a la obra: si una sartén dejaba de ser útil, la guardaba, daba una capa de imprimación e intentaba colocar formas y colores en ella. El resultado: un bluff. Lo intenté varias veces. Y ninguna era aceptable. Y eso es porque yo no soy artista, ni soy Ester, ni nada que se le parezca.
Ester, además, es madre de Bruno (16 años) y Mario (13 años), por lo que está inmersa en esa etapa que tanto miedo nos da a la mayoría de los padres y madres. Ester y Fernando Polaino, su marido (gran productor, músico y persona), eligieron establecerse en ese pequeño pueblito de La Alcarria antes del boom de los neorrurales. Y es que no creo, además, que el término encajase con ellos: sobraba lo de “neo” en su caso: ellos se adaptaron al ritmo del pueblo sin excentricidades, con humildad y pasión. En ese pequeño pueblo ocurre la magia y fluye la creatividad a la vez que las vecinas te dejan huevos en la puerta o verduras recién cogidas de los huertos circundantes. Antes de llegar allí, Ester dejó muestras de su arte en murales en Lisboa y en España. Ha hecho (y hace) preciosas intervenciones en espacios públicos y se dedica, también, a dar talleres de creación artística en ayuntamientos o centros educativos, sin dejar de lado su participación en exposiciones individuales o colectivas.
Ese lugar en el mundo, esa casa de pueblo, es un punto telúrico, seguro. Si no lo era antes, lo será ahora por la energía que desprenden dos de las personas más creativas que he tenido la suerte de encontrar. Ester hizo de su hogar su propio museo. Hemos charlado con ella sobre la vida en el pueblo, la adolescencia y su faceta artística. Estamos seguras de que a ti también te va a enamorar…
2 respuestas
Muy buena reseña de la artista. Me dieron ganas de visitar La Alcarria y conocer su obra en persona. Me imagino un entorno propio de una película de Jean Pierre Jeunet.
Una gran artista que derrocha creatividad!