un sicólogo barato dice
machaconamente
entre el runrún de la tele
que no hay nada que hacer
y que por eso
los días nos resultan agotadores
; con la debida falta de respeto
me permito discrepar
: hay un presente triste
, dramático
: miles de vidas humanas
se nos están cayendo de las manos
dejando de pisar las calles
faltando a vivir en los prados
: urge un adiós y un recuerdo
, mucho que contar
. igual que un abuelo escocés
puede pedir a sus nietas que
, al morir
, le amarren a una balsa
le prendan fuego
y así el rito de la marcha
sea de su gusto
y no un reparto quirúrgico
de enseres y propiedades
, todas nuestras abuelas fallecidas
nuestros queridos muertos de ahora
merecen una digna despedida
. urge responder
con los rituales de la muerte
, a cada tribu el suyo
: muestras externas de dolor
, compañía en la pérdida
, firmas en el registro civil
, corazón en negro oficial
, alegría a media asta
, misericordia de instituciones
, lágrimas en todos los periódicos
.
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