El día 21 de junio fue el Día Internacional del Yoga y lo celebramos con una sesión mágica en un patio interior del hotel Four Seasons en Madrid invitadas por Arianne Puig, la creadora de Born Living Yoga. Se planearon cuatro exclusivas sesiones de la mano de Mimi Albero, instructora de yoga y coach de salud holística —que no pudo llegar a tiempo a la primera, siendo sustituida por Babi Yoga en la primera sesión, que fue la que disfrutamos nosotras—. El objetivo de estas sesiones era agradecer, reconectar y, sobre todo, alcanzar el equilibrio y la paz mental a través de la conexión entre cuerpo y mente. “Hemos optado por unas sesiones de yoga energético para trabajar con los chacras, de manera que podamos canalizar todas las sensaciones a través del cuerpo físico, pasar la información por el cuerpo mental, y recuperar la calma y la armonía a nivel energético”, afirmó Albero.
Practico yoga desde hace muchos años, aunque con infinidad de interrupciones. Recuerdo mis primeras prácticas: hacía yoga en un piso-academia en la calle Pelayo, a la vuelta de mi casa en la calle Regueros de Madrid, por las tardes. Recuerdo la sensación de salir de clases e ir como flotando, elevada sobre el suelo. Pero empecé a trabajar en una discográfica y los conciertos y viajes coincidían, con frecuencia, con las clases. Lo dejé. Volví al yoga, combinado con pilates, durante mi primer embarazo. Pero, al cabo de unos meses, la realidad de una crianza con apego disolvió mis momentos de autocuidado. Lo dejé. Retomé la práctica durante algunos veranos, en mi tiempo libre, siguiendo las clases desde la pantalla del portátil. Uní a mis hijos a la práctica durante el confinamiento estricto. Pero claro, no es lo mismo.
Tengo cerca a dos instructores a los que sigo siempre que puedo. Me encanta escucharlos defender su práctica con pasión. Raquel Febrer, profesora de power yoga y coach, define así su visión del yoga: “La práctica de yoga es un estilo de vida. Es vivir más consciente, buscando la coherencia entre lo que soy, lo que siento, lo que digo y lo que hago. Marcó un antes y después en mi vida, me cambió para siempre, sobre todo por dentro. La práctica de posturas, que es lo que más se conoce, sirve mucho a todos los niveles —físico, mental, energético, emocional— pero, para mí, la práctica de yoga físico es el puente que te lleva hacia lo sutil, hacia lo más profundo, al autoconocimiento. Es la parte del yoga, la parte más meditativa, la que a mí me ha dado tanto. Llegué a esta práctica más meditativa a partir de la práctica de la parte física”.
Santiago Lautz es mi instructor actual, el que cuida mi espalda y ha logrado, por fin, que yo sepa cerrar mis costillas y subir y bajar vértebra a vértebra. Le pregunté qué era para él el yoga y me contestó que “es una combinación de cosas. Por una parte, es una gran rutina de entrenamiento adaptable a cualquier condición y nivel físico. Pueden practicarlo desde personas con movilidad reducida a atletas de élite y cubre casi todas las necesidades del ejercicio del cuerpo, ya que tiene una excelente combinación de ejercicios de fuerza, elasticidad y equilibrio. Incluso dependiendo del estilo, puede cubrir parte de las necesidades aeróbicas. Por otro lado, tiene una vertiente espiritual y meditativa que en esta sociedad se muestra cada vez más necesaria. No me refiero solo al hecho de la meditación como la imaginamos la mayoría de la gente: a mí, por ejemplo, me cuesta más llevar a cabo una meditación tradicional, pero el hecho de seguir una rutina de movimiento y repetirla muchas veces durante un periodo largo de tiempo confiere un resultado muy similar al centrar nuestro pensamiento en el movimiento que se realiza en ese preciso momento. Es lo que yo llamo meditación en movimiento”.
Además de empezar el día con energías renovadas, aprovechamos para charlar con Arianne Puig, fundadora de la marca, sobre los orígenes de Born Living Yoga. Desde 2017, esta firma está comprometida con producir la mejor ropa de yoga del mundo e inspirar el movimiento consciente a través de una colección que combina diseño, tecnología, sostenibilidad, calidad, tendencia y los mejores tejidos para los amantes del yoga. Born Living Yoga se ha posicionado ya como la marca referente de moda para la práctica de yoga en España. Una imagen muy cuidada, su alta calidad, sus diseños únicos, su tecnología y la esencia de sus colores, junto a la mejor relación calidad-precio que tiene la firma son las bazas de una marca que ha enamorado a las amantes del yoga, el deporte y la moda.
¿Cuántas personas de vuestra familia están implicadas en el negocio y de qué manera en Born?
Somos cuatro personas de la familia, cada uno de nosotros en un área de la compañía, implicados al 200%. Álvaro, llevando la estrategia y dirección, es el CEO de la compañía. Luis resuelve todos los temas financieros y logísticos. Andrea, en el área de MK. Yo, Arianne, dirijo el departamento de diseño y producto, diseñando las colecciones de Born.
¿Cómo era tu trabajo antes de ser madre? ¿Y después? ¿Sufrió cambios significativos?
Mi trabajo antes de ser madre era dirigir mi propio estudio de diseño como freelance. Después de mi maternidad, poco cambió. Continué con la misma actividad, compaginándolo con mi vida familiar. El cambio fue que mi tiempo libre se lo dediqué 100% a mis hijos.
¿Cuál es el germen de Born? ¿Cuál es la historia detrás de esta marca?
El germen o, mejor dicho, el ADN es el trabajo, la pasión por lo que hacemos, cuidar a nuestros clientes, intentando no solo para darles el mejor producto y calidad, también para hacerles partícipes de nuestra comunidad, intentando contagiar nuestro amor por la vida saludable. Investigamos continuamente técnicas y procesos para obtener prendas más sostenibles.
Detrás de la marca hay personas y mucha pasión. Empezamos siendo una empresa familiar y en estos momentos somos un equipo de más de 30 personas que cada día nos levantamos con la ilusión de trabajar en una marca en la que confiamos y que se ha convertido en nuestra vida.
¿Cómo son los procesos de diseño y producción?
El proceso es largo, porque lleva muchos pasos a los que dedicamos tiempo y cuidado. Empezando por la investigación en fibras y tejidos, estructuro la colección para que sea variada y al mismo tiempo coherente: que pueda vestir a muchos tipos y cuerpos de mujer diferentes, todas ellas con algo en común, que es el estilo de vida. Comienzo con los bocetos a mano, que después pasamos ordenador, montamos las fichas técnicas y los patrones para poner en marcha los primeros prototipos. Con el primer prototipo en la mano pasamos al fitting, correcciones y finamente antes de ponerlo en producción, las testo en mis clases de yoga, para asegurarme que son funcionales y poder hacer las últimas modificaciones si son necesarias. En paralelo, creamos la paleta de color de cada campaña. Es una parte importante de nuestro ADN y la base de unión entre todos nuestros productos, que macheamos en los diferentes materiales utilizados, desde nuestros leggings hasta nuestro calzado, mats, botellas, chaquetas… el color es nuestro hilo conductor.
¿Cómo conseguís ahorrar millones de litros de agua en la producción de vuestras prendas?
Para nuestra fabricación empleamos fibras sostenibles que apenas necesitan agua para su producción, menos de 10 litros por prenda vs 2500 litros que necesita una camiseta de algodón. En el cuidado posterior de la prenda, el ciclo de lavado es corto, por lo que sigue ahorrando agua. No necesita ni plancha ni secadora, así que también ahorra energía.
¿Es fácil o difícil trabajar en familia?
Para nosotros es fácil: la base es el respeto y el diálogo a la hora de tomar decisiones (desde las pequeñas, hasta las más relevantes) lo complicado es separar la vida profesional de la familiar: todos vivimos Born con gran intensidad, por lo que algunos domingos en familia se pueden convertir en una reunión de trabajo… Poco a poco iremos corrigiendo eso.
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