Son las cinco de la tarde en el Teatro Circo Price de Madrid. La platea está vacía: todavía faltan tres horas para que comience el concierto de Depedro en el festival Inverfest. Los técnicos, backliners y músicos comienzan a poblar el escenario y, en los sillones rojos, observando la actividad sobre las tablas, el radiofónico periodista Ángel Carmona (Jerez de la Frontera, 1979) y el músico Jairo Zabala (Madrid, 1973) atienden a algunos medios, entre ellos, a MaMagazine. Faltan pocos minutos para que comience la prueba de sonido y empiezan a sonar los primeros acordes. Pero no estamos aquí para hablar de música —aunque también—, sino para saber más sobre Chu Chu, silba el tren (Nórdica, 2022), el libro para pre-lectores o primeros lectores—el primero editado por Nórdica para este segmento— ideado y escrito por Carmona, y que incluye un tema compuesto ad hoc por su amigo Jairo. Es este, entonces, un libro que se lee, se escucha y también se canta. Ilustrado por Iván Harón, a través de sus páginas una niña viaja por distintos hábitats animales y se relaciona con ellos a través de onomatopeyas.
«El origen es el amor por mis hijas», cuenta Ángel. «También el egoísmo porque, para poder pasar más rato con mis niñas me rodeé de un ukelele, una guitarra y otros instrumentos con los que poder estar tocando de la manera más relajada del mundo. Separado del teléfono móvil por un ratito, consigues hacer una canción y captar su atención por un ratito. Todo fue un juego en el que las onomatopeyas fueron a más y pensamos en cómo podríamos hacerlo mejor. Este trabajo tiene que ver con la calidad y lo fraternal con Jairo: tenía que ser él quien lo musicara. Para que haya un buen desarrollo musical de los niños, la primera persona que le corte las uñas tiene que ser alguien que cante bien (risas). Y Jairo fue el primero que cortó las uñas a mi hija Juana y el primero que cantó esa canción que sirve para jugar con ellas. Reivindicamos lo que hacen los americanos y los ingleses: en inglés, tocar es play (jugar). Y nosotros estamos jugando».
La paternidad ha llegado relativamente hace poco tiempo a la vida de Carmona, que tiene dos hijas de tres y un años de edad, a las que está dedicado este cuento. Sin embargo, Jairo lleva ya muchos años ejerciéndola junto a su mujer, Mónica: juntos, tienen tres hijos de 19, 16 y 11 años. La vida de músico, en este caso la de Jairo, que disfruta de reconocimiento internacional, muchas veces no está sujeta a horarios, lugares o rutinas. Aun así, confiesa que para él y su mujer, tampoco los cambios han sido drásticos: «Tanto mi mujer como yo hemos seguido trabajando en lo mismo. Eso sí: hemos eliminado de nuestro diccionario las palabras “siesta” y “dormir” durante muchos años. En mi caso, es cierto que el patriarcado ha hecho mucho daño, porque mi mujer no ha tenido opciones de progresar en su trabajo, pero ha seguido en su mismo puesto, haciendo lo que le gusta. Hemos tenido mucha suerte. Ha habido mucho sacrificio personal, energético y yo soy el primer sorprendido de que mi mujer me siga aguantando y sigamos en este camino juntos. Ella siempre responde, cuando le preguntan que qué tal conmigo, “bien hoy, a ver mañana”». Pregunto a Jairo qué es, para él, lo mejor y lo peor de la paternidad: «Peor no hay nada. Las incomodidades o los momentos tensos son normales, ¿quién no tiene momentos tensos vitales? En nuestro caso, nuestra maternidad/paternidad son elegidos. No es un tópico, es una realidad: mi mujer siempre apunta que para qué los hemos tenido, si no es para disfrutarlos en su plenitud. Y el disfrute viene cuando hay momentos duros y cuando aprecias los momentos de luz. Lo mejor es lo que se aprende diariamente con ellos».
Ángel sigue pegándose madrugones todas las mañanas para presentar Hoy empieza todo en Radio 3 —es el conductor, de lunes a viernes, del primer tramo del programa, de las 7 a las 9 de la mañana—. «Es cierto que existe desigualdad respecto a mi realidad y la de la persona con la que comparto a mis hijas, y eso debe quedar patente. Pese a tener un horario muy loco que hace, por cierto, que pueda conciliar mejor, porque a las 3 de la tarde ya estoy en casa, yo no llevo a mis hijas a la escuelita, ni les doy el desayuno ni las visto, y creo que eso debería valer como jornada laboral para una persona». Para Ángel, lo peor de su experiencia paterna está en lo que no depende de él: «Con la persona con la que compartes esa crianza y en la que sientes que, a veces, no puedes llenar una realidad en la cual está vinculado con otra persona. ¿Cómo puedo ayudar ahí, en ese lado? A veces, hay un “vacío legal”. Lo mejor es el amor involuntario. De lo poquito que aprende el padre con el parto es que es un acto involuntario, que va a suceder sí o sí. Y el amor es, también, involuntario. Al llegar una segunda criatura, jamás pude comprender que podría amar a dos personas con la misma plenitud».
Una de las cosas que siguen sorprendiéndome de la maternidad y la paternidad es que son temas que, hasta que no te arrasan, no te parece interesante abordar. Es algo que resulta poco sugerente, cero atractivo y que pocas veces aparece en las conversaciones de quienes no son madres o padres. De hecho, es un tema que suele separar a no madres/padres de quienes han entrado en la experiencia. Pero mientras estamos charlando, aparece la hija de uno de los músicos en el escenario. Uno de los hijos de Jairo se ocupará del puesto de merchandising y Carmona se va a buscar a sus hijas para llevarlas al concierto. Hay un momento en el que los hijos, de repente, se cuelan en el trabajo de los padres y se hacen protagonistas. Les preguntaba, medio en serio, medio en broma, dónde había quedado el roncanrol. Y contestó Jairo: “El roncanrol nunca ha estado conmigo. Siempre me he considerado un obrero del rock que nunca tuvo tiempo para el rocanrol. Hay que dignificar nuestro oficio. Hay claroscuros, pero no tienen nada que ver con la música. Creo que soy un profesional de esto: lo otro son decorados, cosas que puedes aderezar, pero no tienen nada que ver con la música”.
Chu-chu, silba el tren es un álbum en cartón para pre-lectores o primeros lectores que puede ser leído ¡o cantado! Incluye un código QR para escuchar la canción del cuento, por Depedro. Una dulce niña viaja por distintos hábitats animales e interacciona con ellos durante el transcurso de un día, desde el amanecer hasta el anochecer. El texto es de Ángel Carmona, del programa Hoy empieza todo de Radio 3.