Morir antes de tiempo, proyectos e iniciativas para el duelo. Serie de entrevistas firmadas por Saioa Baleztena.
Aunque nos cueste aceptar, en ocasiones la vida y la muerte se cruzan en un espacio efímero y silenciado. Se calcula que uno de cada 4 embarazos acaba en pérdida gestacional y, según el Instituto Nacional de Estadística, 4,03 de cada mil criaturas fallecieron en 2021 en España entre las 28 semanas de gestación y los primeros días de vida. La muerte sigue siendo un tabú en nuestra sociedad. Más, si cabe, cuando la muerte llega de forma prematura, en la infancia. Ante la pérdida de nuestras criaturas, la sociedad tiende a restar importancia a la realidad que transitan tantas familias. En cambio, para transitar el duelo es imprescindible darle espacio a la tristeza, al dolor desgarrador. En los últimos años, ante las carencias de un sistema que abandona la muerte de nuestras criaturas, diversas mujeres han hecho un esfuerzo incansable para visibilizar y acompañar esta realidad silenciada. Ares es ilustradora, tatuadora y madre de 4 criaturas: tres en la tierra y Gea, que murió en 2021, pocos minutos después de nacer en marzo de 2020. Ares Alma es la creadora de la iniciativa Tatuajes hechos con amor y del Proyecto GEA. Ilustradora, encontró en su profesión la forma de acompañar a las familias en duelo; tatuar a bebés sin vida y regalar ilustraciones de estas criaturas que la sociedad y el sistema sanitario tiende a olvidar, ha sido imprescindible para acompañar a las familias que pierden a sus bebés. Formada como doula en Espai Mima’m, actualmente acompaña a las familias desde el momento en que reciben diagnósticos inciertos o la comunicación del fallecimiento de sus criaturas.
¿Los duelos perinatal y neonatal siguen siendo un tabú?
Siento que cada vez más se está dando espacio a este tema y que, cada vez más, las personas que lo viven ya lo han escuchado en alguna ocasión. Es verdad que es un tema del que nadie quiere saber y que omitimos lo máximo posible. Esto es un problema, porque cuando le sucede a alguien o a otra persona de su entorno, no sabemos cómo gestionarlo y ayudar. No creo que debamos tener noticias a diario sobre esta cuestión, pero sí saber que existe y que hay personas que nos encargamos de que esta vivencia sea lo más bonita y menos dolorosa posible.
¿Qué necesitan las familias que sufren la muerte de un bebé?
Cada familia es un mundo: hay familias que necesitan seguir con su vida enseguida y vivir el duelo más adelante, cuando lo sienten; hay otras que necesitan encerrarse durante meses a lamerse las heridas e ir resurgiendo poco a poco. Hay familias que necesitan estar solas y otras que necesitan acompañamiento. Depende de las personas, pero lo importante es que todo el mundo alrededor esté lo más disponible posible para lo que pudieran necesitar estas familias. También es fundamental dar el espacio y las ayudas necesarias para que puedan vivir el duelo de la manera más sana posible. Por ejemplo, mandar tuppers de comida a su casa, pasear al perro… En definitiva, alentar un espacio de respeto y amor, pero ayudando con cosas cotidianas.


¿En qué puede ayudar a las familias tatuarse a sus criaturas fallecidas o tener sus ilustraciones?
Llevar tatuado a un bebé que no está contigo, pero que vive en tu corazón es algo muy sanador, porque lo llevas integrado en ti. Hay un concepto que me interesa mucho, el microquimerismo fetal, una especie de intercambio de células que se da durante el embarazo entre la madre y el bebé. A través del microquimerismo, hay células del bebé que van a vivir en la madre para el resto de su vida y viceversa, una parte de la madre se va con ellos. Poder verlo físicamente en el día a día y tener la ocasión de poder hablar de ellos cuando te lo preguntan es fundamental.
Además, las ilustraciones también son útiles para aquellas familias a las que les da apuro mandar la foto de su bebé fallecido. Lo ilustro de manera cariñosa y siendo fiel a la realidad, convirtiéndolo en un recurso que se pueda enviar a la familia y para que la criatura pueda encontrar también un espacio en la familia y en sus casas. Es sanador.
El Proyecto GEA va más allá de tus tatuajes. ¿Cómo acompañas a las familias?
El Proyecto GEA empezó siendo solo acompañamiento a través de los tatuajes y las ilustraciones. Al principio, invertía mucho más tiempo del necesario en hablar con las familias y regalar mi trabajo. Actualmente, les doy la opción de pagar mis horas de trabajo y recaudar el dinero para poder acercarlo a otras familias que viven lejos y para poder tatuar en otras ciudades. Efectivamente, actualmente vamos más allá de los tatuajes y acompaño los primeros momentos de la muerte gestacional: cuando a las familias les dicen que su bebé ha fallecido o que existe algún diagnóstico complicado. Estos momentos son cruciales; habitualmente tienen que tomar una decisión o incluso interrumpir el embarazo. Yo estoy con ellos para acompañarlos. Lo puedo hacer en el parto, en el postparto y me puedo encargar de hacer las comunicaciones a la familia, adaptándome a lo que cada familia necesita. Informo también de aquellas frases que es mejor que no reproduzcan, como la típica de “eres joven, ya tendrás otro”. Me pongo a disposición de cada familia para que puedan entregarse al duelo y, a la vez, mi objetivo es que las familias tengan el apoyo que necesitan de su entorno.