Ilustración de Cristina Torrón para "Ni permiso ni perdón"

CRISTINA TORRÓN: “CUANDO UNA MUJER DECIDE ABORTAR, SE QUEDA MUY SOLA”

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Cuenta Cristina Torrón en la introducción de su libro Ni permiso ni perdón (Random Cómics, 2023) que la primera vez que oyó hablar del aborto fue de la boca de su prima mayor. Corría el año 1987 y en clase les habían explicado que abortar era matar a un bebé. Esta creencia la acompañó a hasta su adolescencia. Cuenta, también, que a lo largo de su vida ha reflexionado sobre lo que significa ser madre. Que ha acompañado a varias amigas en sus abortos —deseados o no—. Que ella misma, aunque nunca sufrió un aborto, sí se lo planteó en un momento de su vida. A lo largo de las páginas de Ni permiso ni perdón, Cristina combina los relatos personales, con nombres propios —no todos reales— y los datos históricos. Así, aprendí que, en los años setenta y dentro de un movimiento llamado masculinismo, se creó el concepto de “aborto de papel” o “aborto masculino”, que daría al padre biológico de una criatura la posibilidad de renunciar a cualquier derecho a responsabilidad hacia ella antes de su nacimiento. En Suecia y en Dinamarca, desde el año 2000, hay voces que piden que se legalice este “aborto de papel”, pero todavía no es legal en ningún país del mundo. También que la píldora anticonceptiva llegó a España en 1964, pero no fue hasta el año 1978 cuando fue despenalizada o que el primer centro feminista de planificación familiar abrió en Madrid de los años 1976 a 1978.

Cristina, que tiene un hijo de casi 13 años y una niña de 10, ha buceado en historias cercanas, testimonios individuales y voces colectivas para componer este libro que busca romper tabués y desinformación sobre el aborto. Hablamos con ella de su maternidad y del camino transitado hacia este Ni permiso ni perdón.

¿Qué es, para ti, lo mejor y lo peor de la maternidad?

La maternidad. Ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida porque me ha hecho crecer como persona, conocerme mejor, trabajar mi paciencia, pero, a la vez, me ha traído momentos muy amargos y difíciles. He sentido que me perdía a mí misma. Ahora que mis hijos empiezan a ser mayores, empiezo a recuperar mi tiempo. De la manera en que yo he vivido mi maternidad, cómo han sido mis hijos, ha sido muy absorbente.

¿Cómo era tu trabajo antes de ser madre? ¿Y después? ¿Sufrió cambios significativos?

Trabajaba por cuenta ajena como ilustradora, diseñadora o fotógrafa, haciendo distintas cosas. Con mi segunda hija, fui consciente de que no podía más. Mi profesión de ilustradora me permitió trabajar por cuenta propia. Fue una época difícil, de incertidumbre al principio por la falta de estabilidad. Pero ahora estoy donde estoy y trabajo como me gusta gracias a mi maternidad, pudiendo trabajar en casa y dedicando más tiempo a mis hijos.

Tus libros siempre han ido un paso por delante. La regla mola, publicado en 2020, es el libro que muchas madres hemos dejado en la mesilla de noche de nuestras hijas preadolescentes, para que lo tengan a la vista.

Siempre recomiendo esto cuando alguna mamá me pregunta. Quizá su hija tiene vergüenza o vete a saber: hay muchas niñas que no quieren saber nada del tema. Cuando tengan curiosidad, seguro que se acercan a libro y comienzan a preguntar.

De repente, aparece este Sin permiso ni perdón, un libro de relatos de aborto, otro de los grandes temas invisibilizados. En la introducción del libro, cuentas que el aborto es, también, un acto de amor y de respeto por la vida. ¿Qué te movió a escribir este libro?

Yo nunca he sufrido sin querer ni he llevado a cabo, queriendo, un aborto, quiero empezar por ahí. Sí que en mi segundo embarazo hubo un momento en el que tuve que plantearme hacerlo, porque había indicios de que mi hija podía padecer un problema grave genético. Fue la primera vez en la que tuve la oportunidad de reflexionar sobre lo que es abortar, sobre lo que es no abortar, tomando una decisión para el resto de la familia. En ese momento, yo pensaba en mi otro hijo. Pensé que quizá tenía una hija con un problema grave y no me importaba, porque sentía un amor gigante y pensaba que podría con todo. Pero, realmente, hay que pensar en quien queda después. Si tú mueres, ¿vas a dejar esta carga a tu otro hijo u otros familiares? Por eso digo que es un acto de amor, también, hacia el resto. Después, desde hace unos diez años hacia aquí he empezado a vivir a mi alrededor, en mis amigas o conocidas, abortos tanto espontáneos como quirúrgicos. Ahí he observado un montón de dolor y soledad, sobre todo. Este tema sigue siendo un tema tabú y encuentro que hay falta de acompañamiento. Cuando la mujer decide abortar, después se queda muy sola y sufre en secreto, con vergüenza, su dolor y su miedo. Todo esto me empezó a remover y, hablando con mi madre y con mis tías, empezamos a indagar en temas familiares y por ahí salió de todo. Me di cuenta de cuántas historias hay escondidas en cada familia de abortos, de embarazos clandestinos y adopciones…

Una de las historias silenciadas a la que haces referencia es a la de las once de Basauri, el histórico caso que impulsó la ley del aborto. 

Di con un podcast, De eso no se habla, en el que lo explicaban maravillosamente. En ese podcast hablaban de que veían que había una placa que las conmemora en el pueblo, pero la gente no se había dado ni cuenta. Para las mujeres que vinieron después, este hecho fue muy relevante.

¿Cómo has elegido los relatos que forman parte de tu libro?

Algunos nombres son inventados, otros son reales. La historia de Adelina es la historia real de mi bisabuela. La de Joana también: ella es mi abuela. Hice un repaso de cómo ha ido evolucionando este tema en España, viendo los hitos un poco más destacados.

Aunque el aborto sea un derecho conquistado, siempre está en la cuerda floja. ¿Crees que, en el futuro, podemos sufrir recortes?

Por poder, es posible recortar. Mira el reciente caso de Estados Unidos. Creo que todas nos hemos dado un golpe de realidad. Los derechos conquistados no son una línea recta y ascendente: son una montaña rusa. En la Segunda República se podía abortar en determinados lugares, por ejemplo. Luego este derecho se perdió. Por eso es importante conocer la historia, saber de dónde venimos para no volver atrás. Parece que el cuerpo de la mujer sea propiedad de cualquiera, menos de la mujer: del Estado, de sus maridos… parir, estar embarazada son procesos que pasan en el cuerpo de una mujer.

 

Cristina Torrón

Escraches en clínicas, objeción de consciencia en el hospital, manifestaciones provida… En pleno siglo XXI, los derechos reproductivos están más amenazados que nunca. El aborto enciende el debate social y político como ninguna otra cuestión, pero muchas mujeres siguen viviendo esta experiencia en silencio y soledad.

Ni permiso ni perdón es la historia de todas ellas para acabar con el estigma y el tabú alrededor de una vivencia individual que transciende a lo colectivo. Nuestras abuelas abortaron en clandestinidad, nuestras madres lucharon por la legalidad y nosotras seguimos combatiendo el silencio.

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VICTORIA GABALDÓN

Madre de Julieta y Darío, periodista y escritora. Creadora de MaMagazine, orgullosamente apoyada por una tribu de comadres poetas, escritoras, fotógrafas, creativas, ilustradoras, psicólogas, docentes y periodistas especializadas en maternidad.

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