FONDO DE VERSOS: EUGENIA COIRO

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Los viernes son días propicios a aumentar nuestro fondo de versos. Queremos presentarte a la editora y poeta Eugenia Coiro (Buenos Aires, 1978), que llegó a MaMagazine poniendo por delante su nuevo poemario Espacio Interior. Cuando le agradecimos el detalle, nos contestó con un mensaje que nos llenó de esperanza: “La verdad es que me sentí muy identificada con varios artículos de la revista, así que feliz de devolver algo también”.

Nos han encantado sus poemas, su manera de dotar de belleza al mundo a través de los versos. Por eso, queremos que la conozcas a través de ellos y también a través de una manera única de contestar preguntas: crear una historia con ellas.

Esperamos que la disfrutes, que la sigas, que te conmueva. Y ya sabes: si te gusta, seguro que también tienes algo que devolverle…

 

Debo haber malentendido algo

del trauma

no supe quedarme fija

y avancé

o será que el tiempo vino

a un ritmo loco

cada vez más acelerado

haciendo torbellino de hojas y cosas

disimulando la herida

en el viento

Debo haber malentendido algo

las instrucciones

no me ayudaron

busqué

una perilla un engranaje

una respuesta

la salida la entrada

Debo haber malentendido algo

el yo parece

a punto de estallar

por los bordes desordenado

y el centro gravitacional intacto

sin caída

sin saber rodar cuesta abajo

Debo haber malentendido algo

algo de ser mujer

humana o animal

tal vez 

hubo una falla 

Huelo ceniza

como una roca ese deseo

el suelo yermo 

 

Del poemario Espacio Interior, Eugenia Coiro

 

Tengo un solo hijo, Iván, que tiene un año y medio. 

Lo mejor de la maternidad es que siento que ingresé a otra dimensión, todo se cambió de lugar, mis prioridades se reacomodan más rápido que mi pensamiento. Es experimentar una forma de amor completamente distinta. Y descubrir cada día un detalle en el intento de conocer a esta persona que está ahí, tan cerca, de pronto tan necesaria. Tal vez lo peor de ser madre es que con este nuevo amor que parece inconmensurable también una nueva escala de miedos se despierta. Tengo una personalidad que tiende a la exageración y al drama, intento no dejarme llevar pero los miedos están ahí. Y por supuesto se recrudece la mirada sobre mí misma, en el sentido de preguntarme si estoy haciendo las cosas bien, ¿estoy dando todo lo que puedo?

No me resulta sencillo descifrar qué de mi hijo deja una huella en mi trabajo, pero está claro que el modo de escribir cambió. Antes sentía que necesitaba mucho más del entorno, me daba un tiempo y espacio de silencio, elegía el soporte para la escritura cuidadosamente. Ahora la necesidad de escribir traspasa mucho más esas limitaciones, ya no me interesa en dónde ni cómo, escribo cada vez que tengo la oportunidad de hacerlo, aprovecho cada hueco.

Tuvieron que pasar muchos años para que yo considerara la idea de ser madre como una posibilidad en mi vida. Fue recién ante la noticia casual de que tal vez no podría embarazarme (por un chequeo médico de rutina) que el tema empezó a rondar mi cabeza. Por ese entonces comenzaron a surgir los poemas de Espacio interior, un libro que se armó con la imposibilidad como paisaje y en el que el deseo se va gestando, va tomando la forma de algo vivo, latente. El viaje es el tema en los poemas, un viaje a un lugar tan extranjero y extraño como es el espacio exterior. Frente al espacio, a la enormidad, a lo inexplicable, de alguna forma veo el reencuentro con el ser persona y mujer.

Descubrí la poesía de muy chica, me parece poco decir que es terapéutica. Creo que tiene el poder de transformar. En mi vida se convirtió en una compañía, una manera de encontrarme de otro modo conmigo, con aspectos que me resultan misteriosos. Tanto la lectura como la escritura son vitales para mí. Hace unos años en la búsqueda de un lugar donde compartir estos procesos, encontré Siempre de Viaje Literatura en progreso y a partir de ese momento la poesía se volvió también parte de un intercambio artístico mucho más amplio en comunidad y en el marco de talleres, lecturas y otros eventos. La búsqueda en la poesía es continua y trato de abrir los oídos a distintas voces mientras intento encontrar cuál es la esencia de mi voz y cuál es la mejor forma de decir las imágenes y las historias que quieren ser dichas.

ESPACIO INTERIOR, EUGENIA COIRO

Espacio interior de Eugenia Coiro resignifica la metáfora del viaje de tanta tradición en la literatura. Camino, búsqueda, conocimiento, cruce de espacio y tiempo, el viaje enlaza el afuera con el adentro, el mundo circundante con la exploración y el descubrimiento del yo: “porque basta un empujón y estoy / pendiente de nuevo / cada vez otra vez  / primera vez / quién sos quién soy  / qué podemos ser”. La nave espacial, el sol, las galaxias, la gravedad nos hablan de otros sentidos que se van desplegando en cada uno de los versos y revelan aquello que decía Martin Heidegger acerca de que la poesía nos une a los fundamentos de nuestra existencia.
Como en sus libros anteriores, la autora evidencia un manejo preciso de la palabra poética, y un dominio de la musicalidad y de la imagen como motor de la evocación. En Espacio interior, además, la dimensión metafísica se hace presente a través de la búsqueda de una respuesta a nuestro ser y estar en el mundo, búsqueda que, por supuesto, queda como invitación a los lectores y las lectoras.

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VICTORIA GABALDÓN

Madre de Julieta y Darío, periodista y escritora. Creadora de MaMagazine, orgullosamente apoyada por una tribu de comadres poetas, escritoras, fotógrafas, creativas, ilustradoras, psicólogas, docentes y periodistas especializadas en maternidad.

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