Una característica fundamental de las tecnologías big data es que son capaces de mezclar conjuntos de datos de orígenes muy diversos buscando patrones comunes. Los analistas de datos examinarán la información contenida en los patrones con objeto de extraer conclusiones útiles.
Emulando al big data, voy a mezclar ideas de orígenes diversos a ver si encuentro un patrón que me lleve a alguna conclusión útil:
Idea 1: Alguna vez me he preguntado por qué en una ciudad tan grande como Madrid me encuentro a determinadas personas aparentemente sin motivo; por qué me cruzo siempre con menganita y nunca con zutanita. Un amigo me comentaba que realmente no existe la casualidad, que aquello no es inocente y en realidad nos buscamos todos de alguna manera consciente o inconsciente. ¿Y quién dirige eso? Pues supongo que nuestros corazones, que saben de nuestros anhelos e inquietudes y, de alguna forma, nos guian.
Idea 2: Cuando voy en el coche con mis hijos a algún sitio nuevo ellos me proponen usar el navegador. Yo a veces accedo pero otras decido que hagamos caso al instinto. Mis hijos me miran sin entender por qué quiero hacer eso, con lo bien que nos lleva Google Maps, pero acceden, confiando en no perderse mucho. Esto me recuerda al personaje de Will Smith en la película Yo, robot donde, en un futuro dominado por la automatización y los robots, decide de una manera un poco temeraria conducir por sí mismo en lugar de dejarse llevar por las máquinas cuando ya todo el flujo del tráfico es dirigido por algoritmos.
Idea 3: En una escena de la película Matrix hay un personaje que, perteneciendo al grupo de “no enchufados” a Matrix decide traicionar a sus compañeros para que le enchufen cual batería y tener una vida fácil y feliz planificada por los algoritmos.
Idea 4: Esta idea sería la conclusión del estupendo artículo de Susana Figueroa, que es la fuente de inspiración de este cóctel. Susana planteaba la necesidad de que nuestros hijos utilicen la filosofía y la crítica de las ideas para que sean capaces de interpretar, sacar conclusiones y orientarse en esa especie de nube enmarañada de datos que se les viene encima, reivindicando a Platón como Influencer.
Idea 5: Como programador de aplicaciones informáticas he comprobado muchísimas veces cómo una simple coma puede alterar un algoritmo o cómo la modificación de un parámetro (campo de contenido variable que el algoritmo espera) puede modificar radicalmente la obtención de resultados. Estos parámetros son los que cambiamos los programadores según cambien las directrices de quienes dirigen las compañías.
Idea 6: Existen en la actualidad una serie de aplicaciones de referencia nos ayudan, guian o proponen opciones en aspectos fundamentales de nuestra vida: si quiero comprar una casa voy a Idealista, si busco trabajo a Infojobs o Linkedin y si busco el amor o un affaire amoroso voy a Tinder. Por ahora son propuestas porque la decisión última siempre es la mía: yo decido si la casa propuesta es la de mis sueños o si esa persona en Tinder se corresponde con mis expectativas. Pero lo que viene irá un poco más allá al entrar en acción el big data y la inteligencia artificial. Las propuestas quedarán filtradas por nuestras propias experiencias previas y el análisis de millones de datos de personas semejantes ,descartándose opciones en teoría no válidas. Así, llegaríamos a propuestas más concretas del tipo: el trabajo de tus sueños debería ser este o realmente tú serás feliz con fulanita de tal. De esta forma, al guía interior al que podíamos recurrir hasta ahora para la toma de decisiones le habrían salido competidores: los algoritmos. Ahora ambos tendrán la experiencia de su lado: tu instinto la de siglos de evolución y tus experiencias previas; los algoritmos la obtenida por el cruce de millones de datos.
Idea 7: Mi hermano encontró su casa hablando con su peluquero. Es un detalle curioso pero puede ser ampliable a cualquier aspecto vital que, sorprendentemente, se resuelve donde menos te lo esperas. Los orígenes de las fuentes de datos que alimentan el big data cada vez son más diversas, pero creo que todavía estamos lejos de incluir un fichero de información procedente de las peluquerías en la base de datos de Idealista.
Idea 8: Las empresas tecnológicas no trabajan por amor al arte y no regalan ningún producto sin obtener de una u otra manera su compensación. Esta puede ser directamente económica o con valores más intangibles como nuestro tiempo o nuestra privacidad.
Ruido de coctelera al agitarse: Chucu-chucu-chucu-chucu…
Hipótesis obtenida por el analista de datos tras cruzar todas las ideas:
Nuestros hijos tendrán que evaluar si las propuestas de los algoritmos son la mejor opción a la hora de decidir muchísimos aspectos de su vida. Podrán dejarse llevar como el renegado de Matrix, arriesgar y tomar su propio camino como el protagonista de Yo, robot o apoyarse en la tecnología sin dejar de lado su instinto. Algunos puntos a favor de utilizar su instinto pudieran ser:
- Que nunca será tan fácilmente manipulable como un algoritmo.
- Que puede contemplar cualquier opción por extraña que parezca.
- Que no nos exige nada a cambio de su uso.
- Que podemos asegurar al 100% que trabaja por y para nosotros.
- También es posible que nos haga sentir más libres aunque a veces nos perdamos un poco.
En este punto, dado el carácter de los datos mezclados y la conclusión obtenida sería bueno que el filósofo o humanista decidiera desde un punto de vista humano y no técnico si la conclusión del analista de datos tiene sentido y puede aportar algo de luz o es solo una extraña combinación de ideas metidas en una coctelera.
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