la regla mola... si sabes cómo funciona

LA REGLA MOLA… SI SABES CÓMO FUNCIONA

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Que la regla mola es una afirmación que no me atrevía a defender, la verdad… hasta ahora.

Recuerdo mi primera regla: estaba de campamentos en el Pirineo Aragonés. Había comenzado una travesía de tres días con mi grupo de amigos, pero no la estaba disfrutando nada. Entre el peso de la mochila y mi dolor de tripa, se convirtió en una angustia total. No pude continuar y tuvieron que devolverme al campamento. Al llegar, era la hora de la comida. Comí con los más pequeños, los que no salían de travesía. Al ir al baño, descubrí por qué me dolía la tripa: tenía 12 años y acababa de descubrir mi primera menstruación. Se lo dije a una de las monitoras. El director del campamento, Nicolás, que fue a posteriori profesor de filosofía mío en BUP, fue el encargado de ir al pueblo más cercano a comprar compresas. Yo estaba descansando en mi tienda de campaña y recuerdo que abrió la cremallera de la misma para entregarme, con cierto rubor, ese primer paquete de compresas que contuvo mi primer sangrado.

No había móviles, claro. Así que escribí una postal a mis padres contándoles lo bonito que era el paisaje, lo bien que comíamos y un pequeño detalle a modo de postdata: “Por cierto, me ha venido la regla. Besos, os quiero”. A los cinco o seis días, cuando volvimos en autobús al parking del colegio, mis padres estaban ahí, en primera línea, esperándome para llevarme a casa. Mi madre lloraba sin parar. Yo no entendía muy bien por qué lloraba. En casa me esperaban una pulsera preciosa y un ramo de margaritas de colores. Mi madre se empeñó en hacerme una foto con el ramo. Mi cara era todo un poema, pues no entendía qué había que celebrar. Mi madre lloraba porque quería haber estado presente en mi primera regla y haberme explicado lo que después me explicó.

Recuerdo mi segunda regla, también. Estaba de vacaciones en Cosuenda, mi pueblo. Me sentía algo extraña, como diferente del resto. Yo sabía que me pasaba algo… que los demás no sabían que me estaba pasando. Solo quería estar al lado de mi tía y mi madre. Ni amigas, ni leches. Durante esa segunda regla mía, monté en globo por primera vez. Era parte de las atracciones de las fiestas de mi pueblo.

Mi hija tiene 10 años. Y, con otras madres de sus compañeras, comentamos que están creciendo demasiado rápido. Ya se empiezan a percibir algunos cambios: más vello corporal, los primeros granitos en la frente, un ligero desarrollo de los botones mamarios… comienza un baile de hormonas que llevará a nuestras hijas a menstruar más pronto que tarde.

La educación normativa suele centrarse en los aspectos biológicos de este proceso. Contamos, además, con la suerte de haber derribado por el camino muchos tabúes y de ser plenamente conscientes de que tenemos toda la información posible y hemos aprendido la mejor manera de aproximarnos a este tema de madres/padres a hijas. Pero no está de más una ayudita en forma de libro: La regla mola (si sabes cómo funciona), un proyecto de Anna Salvia con ilustraciones de Cristina Torrón (Menstruita) que trata con gran naturalidad y rigor el abordaje de la primera menstruación, que nos explica qué pasa con nuestro ciclo y cómo manejar las emociones y que incluye prácticos ejemplos sobre las ventajas e inconvenientes de usar unos dispositivos u otros (tampones, copas menstruales, compresas…). Pero sin duda, lo que más me ha llamado la atención es el capítulo “El placer de menstruar”. Porque yo nunca lo hubiera definido como tal. Pero las autoras han encontrado un muy interesante hilo conductor a través de las necesidades, señales y premios que conforman este proceso -incluyendo un entrenamiento muy apetecible: ¡a través del baile!-.

Para saciar nuestras dudas, entrevistamos a Anna Salvia (Barcelona, 1984), coautora del libro, madre de una niña de 12 años y un niño de 5, psicóloga experta en educación sexual. Anna ya había abordado con anterioridad en obras como El baile de la vida y Viaje al ciclo menstrual. Sigue leyendo para conocer la influencia de la maternidad de Anna en su trabajo, la importancia de una educación sexual temprana y cómo perder el miedo a la menstruación tengamos la edad que tengamos…

 

MI TRABAJO ANTES Y DESPUÉS DE LA MATERNIDAD

Fui madre un año después de licenciarme, así que prácticamente puedo decir que inicié mi carrera laboral siendo madre. Aunque es verdad que antes de parir trabajaba con mujeres que habían sufrido violencia por parte de sus parejas y en el puerperio no pude seguir porque estaba tan sensible que era incapaz de sostener tanto dolor. Así que empecé a trabajar en el ámbito de la educación y la salud sexual.

Mi trabajo no se explica sin la existencia de mis hijos. Ellos son mi mejor escuela y mi campo de experimentación.

LO MEJOR Y LO PEOR DE LA MATERNIDAD

Lo mejor de la maternidad es el amor incondicional que sientes hacia tus hijos y que ellos sienten hacia ti.

Lo peor sería el cansancio extremo al que te lleva la manera en que maternamos en nuestra sociedad.

Mis padres no son de dar consejos, pero sí que han sido un gran apoyo para poder criar a mis hijos y a la vez trabajar en lo que me apasiona.

EL GERMEN DE LA PASIÓN POR LA DIVULGACIÓN

Cuando empecé a descubrir todo lo que no sabía sobre la sexualidad y los ciclos de las mujeres y me di cuenta de todo el malestar e inseguridades que me hubiera ahorrado de haberlos tenido, decidí que no podía quedarme callada y que tenía el deber de compartir todo ese conocimiento con el máximo de personas posibles. Así que llevo unos doce años dedicándome a esta tarea de divulgación.

UN CAMINO POR RECORRER

Queda mucho por recorrer, tanto la menstruación como la sexualidad en general siguen siendo temas extremadamente tabúes. No tanto como antes, es cierto, pero son temas con los que la mayoría de familias y profesorado se sienten incómodos, inseguros y sin recursos.

Hemos avanzado en que muchas familias y profesores tienen ganas de dar una buena educación sexual a sus hijos e hijas pero, por desgracia, la mayoría no sabe cómo hacerlo, así que esa voluntad no se acaba materializando.

EDUCACIÓN SEXUAL, ¿CUÁNDO EMPEZAMOS?

Hay que dar educación sexual desde el nacimiento y durante toda la infancia y adolescencia. De hecho, la etapa más importante a nivel de educación sexual son los primeros años de vida, en los que aprendemos cómo se llaman y para qué sirven las diferentes partes del cuerpo, nos preguntamos de dónde hemos venido y cómo se crean los bebés, aprendemos el sistema sexo-género, etcétera.

PERDER EL MIEDO A LA MENSTRUACIÓN

La verdad es que la manera en que menstrúan la mayoría de mujeres (yo misma, antes de hacer mi proceso) da bastante miedo: irritabilidad, cansancio extremo, malestar, dolor, discusiones memorables, llanto, baja autoestima,… ¡Es normal que les dé miedo tener la regla!

Cuando las hijas vean a sus madres disfrutar de la menstruación, el miedo será sustituido por el deseo de que les llegue la primera regla. Así que mi consejo es que las madres aprendan a menstruar con placer y bienestar, lo cual se consigue a base de educación menstrual y autoconocimiento.

LA REGLA MOLA (SI SABES CÓMO FUNCIONA)

¿Qué es la menstruación?,¿cómo te transforma el ciclo menstrual?, ¿la regla duele?, ¿qué opciones tienes para no mancharte?, ¿la primera regla llega de repente? Todo lo que siempre has querido saber sobre la menstruación (y nunca te has atrevido a preguntar) explicado de forma directa y divertida para vivir estos cambios con confianza y bienestar. Porque tener la regla mola, pero hay que saber cómo funciona.

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VICTORIA GABALDÓN

Madre de Julieta y Darío, periodista y escritora. Creadora de MaMagazine, orgullosamente apoyada por una tribu de comadres poetas, escritoras, fotógrafas, creativas, ilustradoras, psicólogas, docentes y periodistas especializadas en maternidad.
Madre de Julieta y Darío, periodista y escritora. Creadora de MaMagazine, orgullosamente apoyada por una tribu de comadres poetas, escritoras, fotógrafas, creativas, ilustradoras, psicólogas, docentes y periodistas especializadas en maternidad.

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