JAZMÍN CASTRESANA, ESCUCHAR CON EL CORAZÓN

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Hace algunos meses tuve el placer de entrevistar a la diseñadora Claire Davies. Entrevistar a mujeres, entablar una conversación con simpatía, crear un espacio de complicidad para hablar de cosas que quizá no sean las que están acostumbradas a contestar en otras entrevistas y poder terminar aprendiendo de ellas es, sin duda, lo más enriquecedor de este menester.

Al finalizar mi entrevista con Claire yo contaba con unas cuantas cosas sobre las que investigar, pequeñas ramificaciones derivadas de nuestra conversación que me llevaba a nuevos caminos. Y a la sugerencia de otras mujeres cuya historia sin duda alimentaría este conjunto de retratos de maternidades que es MaMagazine.

Jazmín Castresana fue una de las mujeres de las que hablamos y con la que Claire sugirió que me pusiera en contacto. Yo no conocía a Jazmín de antemano pero cuando comencé a investigar sobre ella, pensé que había similitudes entre nosotras. Ella también se ha liado la manta a la cabeza para escribir sobre una de sus pasiones: el diseño. Lo hace en Interior Contraportada desde 2018, un personalísimo blog dedicado al interiorismo, el diseño, el arte y la decoración. Jazmín nació en Buenos Aires, se crio en Río Cuarto (Córdoba, Argentina) y vive en Barcelona. En 2019 se estrenó en esto de la maternidad con su hija Lea.

A raíz de la sugerencia de Claire, le pedí a esta última unas palabras sobre Jazmín: “No hace mucho, descubrí una práctica ancestral llamada “active listening”. Los Aborígenes se sientan uno delante del otro y se escuchan con el corazón. Esto permite desarrollar suavemente las emociones y desplegar las historias. Jazmín es una escritora elocuente, apasionada por las personas bellas y el diseño. Tal vez su mayor cualidad sea la de escuchar con el corazón; es argentina, pero para mí siempre será un poco Aborigen”.

Descubre a continuación a Jazmín Castresana, una mujer que destaca como periodista al preguntar, pero que aún destaca más al escuchar.

 

MI TRABAJO ANTES DE SER MADRE

Cuando fui madre, ya llevaba unos años trabajando como freelance. Llegué a Barcelona hace casi 14 años; vine a hacer un posgrado en Periodismo de Moda y después hice el master en Estudios de Género (primera edición de la Universidad de Barcelona). Trabajé como camarera, en una oficina y después conseguí mi primer trabajo en una revista dedicada al sector lujo. Posteriormente trabajé 3 años en la revista de arquitectura On Diseño y, más tarde, comencé a trabajar como freelance para diversos medios.

Antes de ser madre trabajaba todo el día, sin límite de horarios. Le dedicaba muchas horas, la verdad. También tenía más disponibilidad, podía ir a presentaciones de mobiliario o lanzamientos de colecciones y no preocuparme tanto por la necesidad de volver a casa a una hora específica. No es que tuviera más libertad, sino que tenía más disponibilidad para dedicar más horas al trabajo.

Cuando Rafa -mi pareja desde hace 12 años- y yo decidimos ser padres, ya sabíamos que íbamos a tener que ceder, por lo menos por un tiempo, nuestra vida, el tiempo que le dedicamos al trabajo. Quizás para el hombre es más fácil, pero creo que para la mujer no tanto, o por lo menos no en mi caso. Después de tener a Lea estuve tres meses sin trabajar, coincidiendo con los meses de verano,  pero ya en septiembre tuve que volver al trabajo, así que una persona cuidaba a Lea por las mañanas, en mi casa, para que yo pudiera trabajar. Salía del despacho (que tengo en casa) para darle el pecho. El hecho de darle el pecho creo que también te condiciona ese tiempo. Para mí fue bueno que una persona cuidara de Lea en casa porque a mí también me costaba separarme de ella: me sentía culpable por momentos. Fue una transición importante y muy buena para, después, poder llevarla a la guardería.

LA CONSCIENCIA DEL TIEMPO

La maternidad incidió en mi trabajo en la manera en que ahora me lo tomo. Me sirvió para fijar objetivos laborales, para ordenar. Antes aceptaba todos los trabajos, ahora sólo los que realmente valen por el tiempo y la energía que debo dedicarle. Ahora me he vuelto más consciente del tiempo que tengo para trabajar y cuánto puedo asumir. También me hizo más consciente del tiempo que le dedico al trabajo y a mi familia, cómo quiero usar mi tiempo, a qué o a quién quiero dedicárselo.

LA HUELLA DE MI HIJA EN MI TRABAJO

Creo que la huella Lea en mi trabajo está en cómo me tomo y en la ilusión que le pongo. Soy una persona que cree en los sueños, que tiene sueños. Me alegro, me emociono y lo demuestro cuando un diseño me encanta o cuando entrevisto a una persona y me maravillo por su trabajo. Hay una energía muy buena al poder hablar, contar, escribir sobre cosas que provocan emociones y sentimientos positivos en mi vida.

Lea me ha permitido, de alguna manera, volver a ser niña, tomarme la vida con la alegría con la que jugaba de pequeña, jugar más, soltarme más, darle más color a mi trabajo, reírme más, ser más natural y no ser tan exigente conmigo misma, no dejarme llevar tanto por formalismos.

Antes quizás entrevistaba a una persona y le preguntaba sobre su trabajo y me mordía la lengua por preguntarle algunas cosas más personales. Ahora ya no tengo esa barrera y, en la medida que la situación lo permita, me intereso también por su vida personal (y claro, no sé si está muy bien visto según qué incursiones en la intimidad de la otra persona). Pero cuanto más conozco a esa persona, más me gusta su trabajo, porque su trabajo es un reflejo de su persona, me habla de su historia, de sus valores, de cómo ha crecido y de su manera de ver la vida. Todo está relacionado.

Por otro lado, ahora me fijo más en el interiorismo y el diseño para niños, y me encanta todo lo que descubro.

CONSEJOS DE FAMILIA

Soy la menor de cinco hermanos: Alejo, Fermín, Violeta, Alelí y yo (Jazmín). Soy la única hija a la que mi madre no ha visto embarazada, pues falleció hace 4 años. Cuando hablo con mis hermanas les digo que me hubiera gustado preguntarle a mi mamá cosas sobre cuando estuvo embarazada de mí pero, mientras mis hermanos ya habían consolidado sus familias y sus vidas, yo estaba en otra cosa y estos temas de la maternidad no me interesaban mucho en ese momento. No obstante, si algo tácito ha estado presente en la crianza y la educación que recibimos ha sido el amor y la entrega de nuestros padres hacia nosotros cinco.

Yo nací a los 6 meses y estuve un mes y medio en la incubadora así que, cuando Lea nació  imaginaba que mi mamá me estaba diciendo “abrazala mucho, besala, decile cosas lindas”… así que el primer mes y medio (y mucho tiempo más) me lo pasé llorando y diciéndole a Lea todo eso, fue una manera de sanar ese vínculo, de sanarme. Mis hermanas me dice también que le hable mucho a Lea y yo le cuento todo, todo, le digo qué vamos a hacer, le cuento que extraño a la abuela, le explico cuando estoy disgustada y también le cuento mis sueños y todo lo que me gustaría que hagamos juntas.

Otro consejo que me tomo como propio es la libertad y la confianza que mis padres me dieron para hacer mi propio camino.

  En la imagen, Jazmín con sus hermanos en Río Cuarto.

LO MEJOR Y LO PEOR DE LA MATERNIDAD

Lo mejor sin duda es el amor que recibo. Le digo a Rafa: “¿Nos merecemos tanto?” ¡Cuánto amor recibimos, por favor!

También me gustan las mañanas, levantarnos los tres y sentir el comienzo de un nuevo día. Lo mejor es, también, cuánto me ha enriquecido esta experiencia, mirar la vida desde otro ángulo y sumarlo, conectarme con otras madres, todas las mujeres-madres, personas maravillosas que descubrí en esta etapa, compartir experiencias, relatos, crecer… ¡ahora sé más cosas sobre la vida! Ah… ¡y los aeropuertos, cuando vas con niños y bebés tenés paso preferente para todo, genial!

Lo peor, en términos personales puedo decir que la maternidad me ha desvelado un sentimiento de soledad que no había experimentado nunca o nunca de este modo. Una soledad corpórea en la que no puedes delegar tus problemas a nadie, en la que no puedes culpabilizar a otro de tus emociones y sentimientos, en la que no puedes hacerle cargo a otros de ese sentimiento. Ha sido un sentimiento muy visceral, emocional, fue un sentimiento muy de postparto. Pero, al final, creo que es resultado del vínculo madre-hija, y de sentir, sobre todo en los primeros meses, que esa persona dependía exclusivamente de mÍ.

En términos estructurales, los estados tienen que replantearse lo que llaman conciliación, la contención social, económica, políticas acordes a las realidades actuales. La falta de empatía, de los estados y de algunas empresas con respecto a las situaciones que viven las mujeres como madres, hacia las familias y la proyección familiar. Estamos muy desamparadas todavía. La maternidad, para mí, es una elección personal, pero necesitamos una estructura que apoye la crianza, que entienda el valor de criar a un/a niño/a, que permita que podamos dedicarle tiempo, protección, contención a nuestros hijos sin preocuparnos (o encontrando un equilibrio) por lo externo, por lo de fuera, por el alquiler, las facturas… tiempo y contención para que nuestros hijos puedan desarrollarse y crezcan como personas plenas sin que eso signifique que la mujer se frustre por dejar sus sueños aparcados o las familias deban hacer malabares para poder vivir.

FEMINISMO

Considero que las luchas y las reivindicaciones hay que comprenderlas en el contexto y la situación en la que se han desarrollado.

Haber cursado el máster en género me sirvió mucho, me dio una dimensión global, me permitió entender las luchas de las mujeres en el pasado, sus logros y gracias a ello lo que tenemos hoy. Pero, al mismo tiempo, me hizo volver a mis orígenes, a ser consciente de mi contexto, de mi casa, de mi madre que fue una persona que luchó por la educación pública en Argentina y una luchadora en la vida en general; a ser consciente de mis abuelas, de cómo fueron educadas y de cómo eso lo plasmaron en la manera de criar a sus hijos, de las mujeres con las que nos rodeamos a diario y sus problemáticas reales: la violencia de género, la conciliación, si sus trabajos son adecuadamente remunerados, la gestión del hogar… hay tantos aspectos en la actualidad como experiencias de mujeres.

¿Qué es ser feminista en la actualidad? ¿Es la mujer que trabaja y tiene el súper trabajo y ha conseguido ese logro y reconocimiento social que tanto anhelábamos? ¿Es la que reivindica la lactancia hasta los dos años? Por poner algunos polos… Para mí es intentar hacer lo que una puede, en el momento que puede y según las circunstancias y el contexto que está viviendo. Es lograr los propios objetivos. Es empatizar con la realidad de la otra sin juzgarla, conteniéndonos mutuamente, ayudándonos a desarrollarnos como personas plenas… porque sí, eso sí, tengo que decirte que las mujeres nos tenemos que ayudar, tenemos que crear una red fuerte, fuerte entre nosotras. Y es también construir junto a la pareja, junto al hombre. Él es parte de la sociedad (y lo hemos elegido para compartir nuestra vida), tenemos que pensar que juntos somos un equipo.

  En la imagen, Jazmín con las mujeres de su familia (2013).

ORÍGENES DE UNA PASIÓN

Estudié Comunicación Social en Río Cuarto (Córdoba, Argentina). Creo que el origen de mi pasión por la comunicación tiene lugar en los momentos en los que mi mamá y yo veíamos la TV española (la 1 Internacional) y mirábamos las noticias del mundo, las guerras en Medio Oriente… A pesar del tipo de noticias, era un momento especial en el que las dos nos conectábamos con otras realidades diferentes a la de nuestra ciudad, con otros idiomas, con otros contextos y yo me imaginaba reportando las noticias, quería ser corresponsal de guerra.

Después, cuando terminé la carrera y me fui a vivir a Buenos Aires, comencé a colaborar en un periódico en la sección de moda y belleza y, al llegar a Barcelona, aluciné con sus edificios. El diseño entró por ahí pero se desveló trabajando en On Diseño y conociendo tanta creatividad, tantos diseños e interiores hermosos. Ya ahí tenía claro que quería escribir sobre cosas lindas, sobre diseño. Es “lo bello”, la belleza en el sentido italiano como me dijo el diseñador italiano Piergiorgio Cazzaniga en una entrevista.

  En la imagen, Jazmín con el diseñador Alfredo Häberli en una edición del Salone del Mobile de Milán.

EL EQUILIBRIO

En este momento de mi vida, ambos aspectos (mi experiencia materna y mi experiencia profesional) se encuentran “en proceso”. Por lo que te diría que están en armonía.

Pero, visualizando más allá, te diría que no. Primero, porque me gustaría tener otro hijo y, segundo, porque tengo un sueño profesional todavía por cumplir. Sobre el primero, dicen que una es madre toda la vida, y, sobre el segundo, estoy trabajando para lograr ese gran reto.

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29 comentarios

  1. Hermosa nota cuánta claridad y sinceridad en la expresión de Jazmín como riocuartense y Argentina me enorgullece saber está hija de su digna madre Inés Castresana quien lucho x los derechos de los educadores y de la educación en mi ciudad a logrado ser ella misma ocupando un espacio propio en su vida y su carrera demostrando que los valores enseñados en la familia la hacen ser lo q hoy es bella madre y profesional

  2. Hermosa entrevista. Felicitaciones a Jazmin por transmitir de una manera honesta y genuina los sentimientos que se atraviesan y despiertan con la maternidad. Por maternidades plenas y sin estereotipos.

  3. Gracias Susana por tus palabras, cuánta fuerza hay en las mujeres, cuánto estoy aprendiendo de todas y gracias a todas y cuanto llevo en el corazón mi casa, mi ciudad.

  4. Ohhh que emotiva entrevista!! Hermosa descripción de la escucha activa! Realmente te ha captado la esencia!
    Comparto tus ideas de maternidad y feminismo. Me movilizó recordar ese sentimiento post parto… y esa lucha x el equilibrio entre maternidad y trabajo… lo difícil que es conciliar en estos tiempos…
    Hermoso descubrirte y conocerte más, a través de esta hermosa entrevista. Gracias x compartirla. Un fuerte abrazo

  5. Hermosa nota… con riqueza de palabras, sentimientos, valores y sin lugar a duda reflejo de una historia personal que marca y con esa exposición tan clara que llama al lector a mirarse uno y reconocerse…en algunas cosas!! Éxitos ….

  6. Hermoso reportaje, mucha sabiduría la de Jazmin y una claridad envidiable para expresar su sentir. Me emocionó mucho.

  7. Hola Jazmín hermosa tu entrevistA realmente muy buenos valores supiste aprender de tus padres y sabes el cariño que tube por Inés muy lindas palabras las tuyas te quiero y saludos

  8. Jaz et mereixes tot allò que et passa ara….pero …es tan sol una petita mostra del que vindrà!!! Tu forjaràs un estil, tens fusta i perseverància, pero sobre tot, tens esència !!! El món es simple i aliè…a per ell maca!!!

  9. Jaz et mereixes tot allò que et passa ara….pero …es tan sol una petita mostra del que vindrà!!! Tu forjaràs un estil, tens fusta i perseverància, pero sobre tot, tens essència !!! El món es ample i aliè…a per ell maca!!!

  10. GRACIAS Liliana, Silvana, Cecilia, Natalia, Sandra, Nora, Oscar, Ana, Enric, GRACIAS por estas palabras tan bonitas, por la fuerza y el ánimo, por estar, por mantener vivas mis raíces y sobre todo por el cariño y el afecto que es el que nos permite expresar, sentir, vivir. Un abrazo.

  11. Jazmin me alegra que te vaya todo tan bien. Te lo mereces por ser siempre una gran profesional y una gran persona. Con mucho corazón, muy intuitiva y muy muy trabajadora. Siempre con esa sonrisa preciosa en la cara. Te mando un gran abrazo.
    Montse Segura
    On diseño

    1. ¡Montse! Gracias por tus palabras. Surfeando vientos y mareas, todo nos deja un aprendizaje. Gracias por el tiempo compartido en lo profesional y en la vida misma. ¡Un abrazo fuerte!

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VICTORIA GABALDÓN

Madre de Julieta y Darío, periodista y escritora. Creadora de MaMagazine, orgullosamente apoyada por una tribu de comadres poetas, escritoras, fotógrafas, creativas, ilustradoras, psicólogas, docentes y periodistas especializadas en maternidad.
Madre de Julieta y Darío, periodista y escritora. Creadora de MaMagazine, orgullosamente apoyada por una tribu de comadres poetas, escritoras, fotógrafas, creativas, ilustradoras, psicólogas, docentes y periodistas especializadas en maternidad.

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