nuestro cerebro durante el embarazo
Foto: Pawel Czerwinski

EL CEREBRO EMBARAZADO, POR MARTA GIMÉNEZ-DASÍ

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En este artículo, la profesora, madre  y psicóloga Marta Giménez-Dasí nos habla de memoria selectiva, poda sináptica, limpieza general y orden en nuestro cerebro durante el embarazo.

Cerebro embarazado

El cerebro humano es un órgano realmente sorprendente. En los últimos años hemos empezado a entender ciertos de sus mecanismos de funcionamiento aunque todavía nos falta mucho por saber. Algunos de estos mecanismos le encantarían a Marie Kondo, la japonesa experta en ordenar y guardar solo lo que te hace feliz. La memoria es tremendamente selectiva. Te acuerdas más de las cosas positivas y cambias el recuerdo de las negativas para que sean más soportables. El resultado cuando echas la vista atrás es que la vida no está tan mal. Otro de estos mecanismos consiste en eliminar, tirar o deshacer lo que ya no usas. El nombre técnico es “poda sináptica”. De esta forma, igual que Kondo, ordenas, optimizas el espacio y preparas la mente para lo que te vaya a caer encima. Los investigadores entienden que el cerebro se prepara en determinados momentos para ser más eficaz y para afrontar mejor las tareas que se le avecinan. Si tiro lo que ya no uso, aprovecho mejor el espacio y tengo más recursos para lo que viene. Las hormonas serían las mensajeras que van dictando estas órdenes.

Estas limpiezas generales se producen en algunos momentos concretos de la vida. La adolescencia es una de ellas y tiene todo el sentido. Cuando las hormonas empiezan a avisar de que la infancia se está terminando el cerebro hace limpieza porque necesita prepararse para la vida adulta. Hace dos o tres años un grupo de investigadores, en su mayoría españoles, por cierto, descubrieron que el cerebro de la mujer embarazada también hace limpieza y se prepara para lo que se le viene encima –podríamos pensar que qué ingenuo el cerebro, por mucho que se prepare ¡es imposible que se lo imagine! Lo curioso es que esta limpieza del cerebro embarazado no es general, no se tira todo lo que se ha ido acumulando. Se trata de una limpieza muy específica. Se tira, se deshace y se optimiza el espacio que el cerebro dedica precisamente a comprender el punto de vista y las emociones de los demás. Qué casualidad. Esta habilidad se llama teoría de la mente y ha sido objeto de innumerables estudios con niños, con adultos, con simios y con cualquier bicho viviente. La teoría de la mente se considera la base de las competencias sociales, de la empatía, de las conductas prosociales y de la compasión. Cuando tenemos una buena teoría de la mente entendemos con más facilidad los estados mentales y emociones de los demás, es más fácil ponerse en la piel del otro. Y para esto se prepara el cerebro de la futura mamá, para entender mejor al otro, al que está a punto de llegar. Los estudios que se han hecho hasta ahora muestran que los cambios en el cerebro son duraderos porque se siguen observando años después del nacimiento del bebé. Y también muestran que estos cambios no se producen en las mujeres no embarazadas ni en los varones, estén o no embarazados. Me pregunto si esta limpieza tiene algo que ver con la tradicional diferencia en empatía que la psicología tantas veces ha encontrado cuando se comparan varones y mujeres.

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La continuación de este artículo se llama Más cerebro embarazado.

MARTA GIMÉNEZ-DASÍ

Es madre de dos niños y profesora de Psicología del Desarrollo en la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid. La maternidad y la universidad conjugan su principal interés vital: entender y promover el desarrollo sano en los primeros años de vida. Desde 2009 dirige un equipo de investigación centrado en el estudio del desarrollo emocional infantil. Como resultado de sus trabajos ha publicado los programas Pensando las emociones con atención plena y varios libros sobre desarrollo infantil en la editorial Pirámide.

Marta también ha escrito el magnífico artículo De ratones y hombres, ¡no te lo pierdas!

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15 respuestas

  1. Me parece genial este artículo, y cuando digo “genial” no me refiero a que me haya encantado, que también, sino a la visión de la genialidad.
    Totalmente de acuerdo que el cerebro elimina los malos recuerdos con el paso del tiempo para poder continuar y al respecto de la maternidad, algo en lo que nunca había pensado, me parece interesantisima la reflexión de hacer limpieza para recibir un ser nuevo que en el caso de la madre cambia totalmente el “yo” para pasar a ser un “nosotros” ya nada es igual, ya nunca vuelves a pensar en ti misma como una sola persona… Muy muy interesante esta reflexión.
    Gracias Marta.

    1. Muchas gracias! Es verdad que la idea de limpieza o de hacer “hueco” en las habilidades que mejor sirven para cuidar al ser que viene es increíble. Parece como si el cerebro tuviera vida propia. El paso del “yo” al “nosotros” es algo que se ha estudiado en el psiquismo de la maternidad, que es también otro tema muy interesante. Espero escribir sobre ello en breve. Muchas gracias por el comentario y la idea.

  2. Interesantísimo! La comparación del cerebro de una madre con la del adolescente por su “reseteo” para la llegada de otro ser es apasionante. Y la relación final con la empatía también. Se han hecho estudios con los cerebros de los padres para medir la diferencia? O en otros contextos? Hay algún otro ejemplo en el que se dé ese olvido de uno mismo por el otro? Enhorabuena!

    1. Muchas gracias! Efectivamente, los cambios de las embarazadas son muy similares a los de las adolescentes en todo. La adolescencia se entiende hoy como un periodo especialmente activo en la configuración del cerebro social y emocional (la gran tarea de la adolescencia, hacerse amigos, manejar emociones) y eso mismo le vuelve a pasar a la mujer durante el embarazo. Se han hecho estudios con padres, aunque muchos menos. Los resultados son también muy interesantes y hablaré de ellos pronto. Por último, el olvido de uno mismo es en parte comparable al que surge en el amor romántico aunque parece que la huella de los hijos es mucho mayor.

  3. Lo mejor de todo es que, una vez alunizado bebé, el cerebro sigue liberando espacio de la memoria mas reciente! Enhorabuena por el artículo. Sugerencia, ahondar mas en esa teoría de la empatía. Besos

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VICTORIA GABALDÓN

Madre de Julieta y Darío, periodista y escritora. Creadora de MaMagazine, orgullosamente apoyada por una tribu de comadres poetas, escritoras, fotógrafas, creativas, ilustradoras, psicólogas, docentes y periodistas especializadas en maternidad.
Es madre de dos niños y profesora de Psicología del Desarrollo en la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid. La maternidad y la universidad conjugan su principal interés vital: entender y promover el desarrollo sano en los primeros años de vida. Desde 2009 dirige un equipo de investigación centrado en el estudio del desarrollo emocional infantil. Como resultado de sus trabajos ha publicado los programas Pensando las emociones con atención plena y varios libros sobre desarrollo infantil en la editorial Pirámide.

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